Sus párpados comenzaron a abrirse con dificultad ante la luz que tocaba ardiente su mejilla. Su espalda le advertía que la posición en la que había estado durmiendo no había sido la adecuada. Sus piernas se acalambraban en lapsos pausados impidiéndole incluso el estirarlas correctamente. Viró de manera lenta su cuerpo percatándose al instante del poco espacio que tenía disponible para hacer tal maniobra. Si no fuese por su instinto, seguramente hubiese terminado en el suelo.
Se irguió sobre el sillón casi por obligación al no sentir la familiaridad de sus sábanas. Se tomó la cabeza por rutina y suspiró profundamente mirando alrededor reconociendo primeramente el suave olor a ceniza. Sonrió al identificar sin mucha introducción el donde se encontraba. Enfocó su vista casi de inmediato al recordarse trabajando la noche anterior. Logró observar a Hu Tao durmiendo sentada con su torso recostado sobre el escritorio. El ruido de sus sumisos ronquidos era susceptible a su oído.
Miró la pequeña frazada color bermellón con la que aparentemente había sido cubierto seguramente del frío. Se levantó y caminó tomándola entre sus manos para posteriormente colocarla sobre la joven. Si bien no entendía del todo que había sucedido, aquello no hacía menos su virilidad frente a la situación que estaba presenciando. Su cultura le promovía el ofrecer siempre servicio sobre los demás. Y aquello incluía el brindar la prenda a quien la necesitara.
Algunas preguntas surgieron mientras escaneaba la escena. La pila de papeles había disminuido más de la mitad casi hasta el punto de terminar. Intuyó que posiblemente Hu Tao había sido participe de tal logro. Con sus dedos presionó en medio de su nariz ansiando que las imágenes llegaran rápidamente a su mente. Lo único que recordó, fue sentirse mareado y cansado. Después, nada.
La puerta se abrió mostrando a Mengpo quien cargaba una bandeja con un par de tazas humeantes. Zhongli sintió un pequeño brinco de felicidad en su corazón al sentir el suave olor de un té de hierbas recién hecho.
─ Buen día, señor Zhongli. Veo que ya despertó. ¿Se siente mejor?
Una mano se posó sobre su barbilla observándola. Sabía que ella solía llegar a primera hora en la mañana. Atributo premiado por la Directora y el personal de la funeraria; incluyéndole. Lo que no encajaba con la escena, era su pregunta. ¿Acaso ella sabía algo acerca de lo que había sucedido? Si era así, ¿eso significaba que le había visitado en la oficina antes de irse?
Lastimosamente, no lo sabía. Sin embargo, no le privó de anticiparse a la preocupación de la mujer.
─ Buen día, Mengpo. Lamento tener que decir esto pero, no recuerdo en absoluto que fue lo que me sucedió─ respondió indicando a la mujer que se acercara. Necesitaba obtener algunas respuestas.
Incredulidad fue la mirada que le dedicó. No se creía lo que escuchaba. Él tenía una capacidad de recordar envidiable a sabiendas de muchos.
Su reacción le pareció acertada. Hasta él mismo se sentía extrañado de aceptar que su memoria había fallado.
Tras invitarla a sentarse con él en el pequeño juego de mesa del fondo, se atrevió a pedir explicaciones de lo que había sucedido. No se sorprendió al escuchar el relato de que se había quedado dormido poco después de las seis de la tarde, pues se había sentido exhausto antes de la hora mencionada debido al trabajo que se había acumulado después de haber tenido su pequeña misión al lado de la Directora en la Aldea Chingstsé. Lo que si le cayó de sorpresa, fue el hecho de enterarse de que al parecer se había desmayado en los brazos de Hu Tao. Si bien el hecho de quedarse dormido le era algo normal, el caer inconsciente no lo era.
Usualmente despertaba cuando su sueño era interrumpido, pero extrañamente no había sucedido, o, no lo recordaba.
Después de beber el té, Mengpo continuó la conversación informándole que alguien le había interceptado mientras caminaba rumbo a la Funeraria.
ESTÁS LEYENDO
Paso a Paso (ZhongTao) (Genshin Impact)
RomanceHu Tao, la Directora de la Funeraria El Camino, fue iniciada en el mundo espiritualista y de los negocios de la funeraria desde muy pequeña. La muerte se convirtió en la sombra que le impidió poder tener un desarrollo adecuado de ciertos aspectos re...