Paso a Paso (ZhongTao) (Genshin Impact)

11. Fuego y Lluvia

La luz carmesí proveniente del fuego incinerador resplandecía en su rostro. Sus retinas dilatadas libres de brillo se perdían entre el aroma a tostado y sus pensamientos. Pensamientos que le llevaban muy lejos del lugar de donde se encontraba físicamente. Si no fuera por su memoria muscular, seguramente sería ella quien se encontraría siendo reducida a cenizas y no su cliente. Las llamas, se habían convertido, por esta ocasión, en algo que no disfrutaba ver. Anteriormente, el gusto que compartía con alucinación se había esfumado desde esa noche en donde Zhongli le había revelado la oferta que se le había ofrecido por parte de Ninguang. El sueño reparador que tenía habitualmente había huido en confabulación con su entusiasmo y sólo podía sentir pesadez y cansancio mental. Sin embargo, aquello no le quitaba sus responsabilidades como Directora. De hecho, las hacía más fastidiosas, al punto de considerar el desaparecerse por un tiempo indefinido.

No he decidido aún que haré. Le dije a Ninguang que le daría respuesta en tres días.

Una punzada apareció en su cabeza. Un dolor asemejado a una jaqueca proveniente de tal devastadora conversación. Dentro ella, comenzaba a sentir que hubiese sido mejor no preguntar. Pero, la curiosidad y su preocupación habían sido más fuertes. Si bien aquello le ponía aún en duda, debía admitir que tampoco se encontraba contenta. Que Zhongli dudara de su propia permanencia en la Funeraria, le hacía pensar que había algo que no le agradaba al respecto. Tenía más que claro que trabajar para ella no era una tarea fácil. Su paciencia para/con ella la consideraba como una virtud que sería casi imposible de reemplazar. La duda de encontrar un nuevo empleado que pudiera adaptarse había comenzado a saltar desde aquella noche. Por ende, ella había optado por subir un escalón más en cuanto a su compromiso laboral llevándolo casi al borde de su propia explotación en el trabajo.

A pesar de saber que siempre podía existir la posibilidad de la contratación de su servicio de manera externa había algo que no le dejaba sentir cómoda. Él siempre había estado a su lado. El imaginarse sin su presencia le hacía sentir un vacío difícil de explicar. Lo que, evidentemente, y según las palabras de Zhongli, le hacía creer que no existía algo similar por parte de él.

Unió sus manos al frente dando un par de palmadas recitando una pequeña oración de despedida al cuerpo que había sido calcinado. Las llamas se habían aminorado casi al punto de extinguirse. Se inclinó hacía al frente con sus manos unidas por encima de su cabeza y dio por finalizada su tarea. Sólo quedaba llenar la pequeña urna dorada y regresar a Liyue para su entrega.

Mientras esperaba el momento de extinción del fuego, se sentó con su lanza mirando hacia los árboles que le rodeaban. Pensó entonces en su egoísmo disimulado y su disgusto hacía el tema.

Debería sentirme feliz por saber que Zhongli ha sido bien visto por Las Siete Estrellas de Liyue. No puedo entender porque no logro sentirlo de esa forma. ¿Estaré sobre reaccionando de manera inadecuada?

Su pecho se oprimió y un pequeño suspiro entrecortado salió de su garganta.

Me he vuelto loca.

Pensó antes de observar como la última llamarada terminaba por apagarse ante sus ojos.

Zhongli por su parte, observaba el reloj de pared desde su escritorio. El té que le acompañaba, humeaba entre sus labios que acariciaban el borde de la taza de manera indecisa. La infusión le tranquilizaba y sosegaba su palpante preocupación por Hu Tao. Si bien había aclarado varios puntos aquella noche, sentía una molestia muy cerca de su pecho. Una obstrucción proveniente de la poca conversación que habían entablado recientemente posterior al suceso. La joven había optado, ante su punto de vista, por una actitud poco vista y explorada por él. A pesar de conocerla, tenía que admitir que desconocía el nuevo terreno que se encontraba pisando. Se sentía, por primera vez en mucho tiempo, sin un patrón que le indicase que iba por un camino conocido. Si bien sus años de experiencia le habían servido para anticipar cualquier movimiento, esta vez, no le estaban auxiliando.