Epílogo

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"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper".

En ésta y otras vidas, las almas gemelas se encontrarán...

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Sam cocinaba para recibir a su hija Darcy y su nieto llamado Johnny en honor al abuelo que no pudo conocer, le sorprendía como el joven muchacho de 17 años se parecía tanto a su padre pues podría igual color de ojos, el cabello, la nariz y hasta podría decir que las personalidades eran similares.

Los viernes de cada semana era costumbre tenerlos en su casa y pasar todo un día con ellos.

Samantha estaba orgullosa de su hija quien no solo continuó con el legado de Miyagi, también lo extendió en más ciudades con la ayuda del hijo menor de Chozen.

Después de pasar por la dolorosa y prematura muerte de Johnny, vivió plenamente, amo a su esposo el tiempo que estuvieron juntos, cuido de sus hijos con dedicación y ahora se encargaba de darles las lecciones de vida a sus nietos, lecciones que aprendió del señor Miyagi.

— Mamá él es un verdadero idiota, piensa que es el rey de la escuela y por ser eso se cree con el derecho de molestar a cualquiera. — escucho la voz de su nieto Johnny.

— Hablaré con el director, ese jovencito lleva apenas una semana en la escuela y ya causó muchos problemas.

— Si sigue así tendré que darle una lección yo mismo.

— Abuela — le dio un abrazo y besó su frente — te extrañe mucho, no sabes lo que me pasó está semana.

— Mamá, hola — Darcy le dio otro beso en el mismo lugar. — prepárate para escuchar el drama. — Sam río y su nieto continúo.

— Ese idiota llegó el lunes, es nuevo en el Valle. Al principio quise ser su amigo, pero luego descubrí que es un pesado abusador. — lo describió con desdén — Como sabe Karate lo utiliza contra los indefensos y no me ha quedado de otra que enfrentarlo. — comió un pedazo de manzana con molestia, la mastico, paso el bocado y prosiguió. — Demonios es tan guapo, sus ojos son grandes y profundos, la estúpida sonrisa altanera que siempre pone es hipnotizante ... Les juro que si fuera un idiota ... — dejó de hablar cuando se dio cuenta de sus palabras.

— ¿Cómo se llama el muchacho?

— Daniel.

— Llámalo e invítalo a comer.

—¿Qué? ¿Justo ahora?

— Vamos, no juzgues tan rápido a la gente.

El famoso Daniel llegó 20 minutos después.

— Gracias por invitarme a comer, traje esto — le entregó a Sam una tarta — dice mi mamá que es de mala educación llegar con las manos vacías a una casa.

— Eres un muchacho muy educado, adelante mi nieto está en la cocina ¿Quisieras ayudarle?

— Claro.

Sam le indicó a dónde dirigirse.

— Mm ya llegaste — Johnny rodó los ojos.

— Gracias por amm invitarme — respondió Daniel sobando su nuca. — la voz de Daniel sonaba tan dulce y tímida que Johnny casi se derrite por dentro.

— De nada — atinó a responder — ¿Vienes a ayudarme?

— Sí.

— Entonces ayúdame poniéndole sal por favor, no puedo dejar mezclar.

— Ok — Daniel tomó el salero y se acercó a Johnny quien casi cae por rozar su mano con la del pelinegro. Daniel echo un poco, pero no sé alejó. — Johnny, es un buen momento para disculparme por ...

— ¿Por ser un idiota?

— Sí, es solo ... — suspiro — soy muy torpe cuando me gusta alguien — habló más rápido — te vi en la escuela, me puse nervioso porque Dios nunca he visto alguien tan lindo como tú y en lugar de invitarte a salir te insulte per ... — los labios del contrario interrumpieron su discurso.

— Sí, acepto salir contigo — dijo al separarse.

Sam y Darcy observaban a los lejos.

— Se parecen mucho — mencionó Darcy viendo en unholograma la foto de sus abuelos. — su amor fue tan grande que no les bastó unavida para encontrarse.

Las cosas raras del amor (LawRusso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora