Suerte

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Johnny intentó huir. Y preguntas aterradoras pasaban por su mente; ¿Por qué le dijo? ¿seguirían siendo amigos? ¿Cómo le explicaría a Samantha?

-detente – Daniel lo agarró por la muñeca impidiendo que escapara - ¿en verdad estas enamorado de mí? Y no te atrevas a mentir, conozco cada gesto que pones cuando mientes – advirtió

-por favor dejémoslo así – Johnny insistía en evadir el tema y Daniel aminoró la distancia

-siempre hemos sido sinceros el uno con el otro, – dijo mirándolo a los ojos – desde que nos odiábamos hasta el día de hoy que somos como una familia

-es diferente – Daniel lo soltó y Johnny se alejó – es más fácil demostrar enojo que amor

-entonces tu estas enamorado de mi

- ¿Por qué insistes? – grito

-porque yo estoy enamorado de ti y necesito que me digas que me quieres – dijo con la voz quebrada – no tienes idea de lo que ese beso me causo, llevo enamorado de ti mucho tiempo y lo único que me convencía de guardar este sentimiento era que nunca hiciste algo que me demostrara un cariño que fuera más allá de la amistad y si ahora tu me dices que no sientes nada por mi – se detuvo y trató de no llorar – yo no sé cómo esconderé este amor de nuevo – las lágrimas comenzaron a salir – tendría que huir de aquí y no ... - Johnny lo interrumpió con un beso

Johnny entró en pánico al escuchar la palabra huir, se rehusaba a perder otra vez a la persona que amaba.

- ¿Por qué tienes que alterarte tan rápido LaRusso? – dijo sin alejarse de Daniel y sonriendo – te quiero, pero cuando lo descubrí ya era muy tarde – se separó de repente – Gabriela y tu ya eran novios ¿Qué podía yo hacer?

-mucho – respondió casi como un reclamo

-ahora lo sabemos y sigo sin saber que hacer – Johnny no era de los que se ponía nerviosos al momento de expresar lo que sentía, pero con Daniel siempre fue diferente y eso era lo que más le gustaba del pelinegro porque le hacía vivir emociones que no sabía podía tener

-yo sí sé – respondió Daniel – quiero estar contigo, quiero intentarlo – Johnny intentó besarlo de nuevo y Daniel lo detuvo – espera, hagamos las cosas bien, primero debo hablar con Gabriela y decirle la verdad ella es una excelente persona y no merece que le mienta

- ¿estarás a solas con ella? – Johnny no dudaba de la palabra de Daniel, pero aun así no estaba seguro de la reacción de Gabriela ¿y si ella no lo permitía?

-acompáñame

-será más incomodó

-puedes esperarme en el auto, quiero hacerte sentir seguro de que a ti es a quien quiero

[.]

Johnny no dejaba de temblar mientras esperaba en el auto, se sentía terriblemente culpable.

Por otra parte, Daniel y Gabriela hablaban en el parque cerca de la casa del pelinegro. Daniel no sabía cómo empezar a hablar porque, aunque quería mucho a Johnny por Gabriela sentía un gran cariño. Y con toda la sensibilidad que tenía le explico sobre sus sentimiento por Johnny, no sin antes aclararle que a ella en algún momento llegó a quererla y agradeciéndole por todas la veces que lo apoyo.

Gabriela intentó contener la tristeza y evitó las lágrimas en todo momento pues amaba a Daniel tanto que por eso no interferiría en la felicidad del pelinegro, jamás lloraría o intentaría chantajearlo para mantenerlo a su lado ¿de que serviría obligarlo a quedarse? Si su corazón siempre seria de Johnny. Además, ver llorar a Daniel la convencía de la honestidad en cada una de las palabras y le agradecía por su sinceridad.

-me alegra saber que por fin se dieron cuenta

- ¿De qué hablas?

-las miradas entre los dos, sus risas y su muy evidente atracción, es tiempo de que sean felices en especial Johnny

-gracias

-dame las gracias siendo feliz, no lo arruines – suspiro – ese tipo de amor tan especial como el de ustedes no se da más de una vez en la vida – Gabriela descubrió a Johnny en el auto de Daniel – dile a Johnny que venga necesito decirle algo

-claro, supongo que es el adiós

-no tan rápido, tu y yo seguiremos siendo amigos y te recuerdo de nuestro proyecto de trabajo juntos soy una mujer profesional

-entonces hasta pronto

[.]

- ¿me dirás de qué hablaron? – preguntó Daniel sin apartar la vista de la carretera

-nada, solo recibí una amenaza

Gabriela se encargó de dejarle en claro que, si lastimaba a Daniel o llegaba a traicionarlo, lo buscaría hasta el fin del mundo para vengar a Daniel y que no se le olvidara que ella también era una experta en karate.

- ¿Qué puedo decir? – Daniel se reía – más te vale no hacerme sufrir

-nunca lo haré – tomo su mano libre y la beso – ahora te toca lo más difícil, Sam debe estar muy enojada contigo

-sigo sintiéndome mal

-ella es muy inteligente y notara tu sinceridad

-supongo que será menos complicado decirle sobre nosotros

-no lo creo, ella piensa que tú y yo deberíamos estar juntos – Daniel se estaciono frente a la casa de Laura

[.]

Daniel subió a la antigua habitación de Johnny donde Samantha estaba jugando con sus ositos de peluche. El pelinegro toco despacio la puerta para hacerle saber a su sobrina que estaba ahí. Ella volteo a verlo e hizo una mueca y regresó a jugar ignorando la presencia de Daniel.

-se que estas enojada – intento avanzar, pero Sam lo detuvo advirtiéndole que no se acercara – lo siento mucho Sam, no debí gritarte así yo estaba algo estresado y no merecías que yo te hablara de esa manera – la pequeña giró de nuevo para ver al pelinegro y corrió a abrazarlo

-está bien, pero ya no me vuelvas a gritar sentí feo – agacho la mirada

-te lo prometo

-miren quienes se reconciliaron – Johnny apareció – creo que ya es hora de la sorpresa – miro a Daniel

- ¿crees que le gustara? – pregunto el pelinegro a Johnny – tal vez no hay que decirle

-si me gustara – respondió Sam rápido - ¿Cuál es la sorpresa?

- ¿recuerdas que me preguntaste porque tu papá Daniel no era mi novio? – Sam asintió – pues los dos hablamos y – sonrió – ahora somos novios

-siiii – Sam aplaudió ante la noticia - ¿papá Daniel vivirá con nosotros? ¿me darán un hermanito o hermanita?

-no y no – respondió Johnny entre risas – cuando dos personas se hacen novios primeros tienes que ir a citas

- ¿y qué es eso?

-bueno las citas son para conocerse mejor, divertirse, ver películas o salir a comer

-entonces tengan una

Johnny y Daniel siempre se asombraban ante las ocurrencias de la pequeña de Samantha 

Las cosas raras del amor (LawRusso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora