Capitulo Veinticuatro.

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Aidan.

Domingo, llego el día de ver nuevamente a mi familia. Me recibieron en el aeropuerto, aprovechamos para comer en un restaurante que es el favorito de los niños. No podía faltar el postre así que pasamos por un helado para todos, me alegra ver como todos venimos en la misma camioneta, riendo y haciendo live en la cuenta de Chase.

Después de desempacar todos nos dimos un baño, once y media de la noche ¿Quién le dio una dosis de azúcar a mi hija? tiene mucha energía.

—Me muero de sueño, ¿tu no? —pregunté a t/n.

—Yo si, pero esa pequeña creó que no.

—Emma, ¿no quieres dormir un poco hija? Es tarde.

Emma solamente me dio una sonrisa, esas que solo ella sabe dar y puede hacer que cualquiera muera de ternura.

—Hay que bonita sonrisa tiene mi princesa.

Papi, te amo.

Palabras que derritieron mi corazón, desde chico soñé con tener una familia, una esposa y dos hijos. Mi sueño se hizo realidad, tenía una hermosa esposa y dos preciosos hijos que son mi mayor debilidad.

-—Cuando te fuiste Emma no dejo de llorar en un buen rato, creo que no puede estar alejada mucho tiempo de ti.

—Me di cuenta, está muy apegada a mi.

— Necesito hablar contigo de algo importante.

—Dime, te escucho.

—Es que...

—¿Chocaste la camioneta? —interrumpí.

—No, no es eso. Es que me gustaría entrar a trabajar.

—Amor, tu no tienes porque trabajar.

—Evan va a la escuela y Emma cumplirá dos y entrara a la guardería así que necesito algo en que distraerme, quiero trabajar.

—Mi amor pero puedes estar en la casa, cuidando de todos nosotros dándonos mucho amor.

—Es que no puedo estar aceptando que siempre metas miles y Miles de dólares a mis tarjetas.

—Llevas aceptando trece años.

— Porque tú lo haces, siempre que checo cuando dinero hay, siempre tiene porqué le metes dinero sin que me digas y eso no es justo.

— Amor sabes que yo nunca te dejaría trabajar, a mi me gusta que estés aquí cuidando de los niños y de mi.

—Bien, entonces promete algo.

—Lo que sea nada que tenga que ver eso de no darle dinero a los niños cuando crezcan más y se puedan comprar lo que quieran.

—Entonces olvídalo.

—Sabes que no te podría prometer algo así.

—Eso es a lo que me refiero, siempre les das todo a todas horas, que Evan ya no quiere su teléfono se lo cambias al otro día.

—Con emma no soy así.

—Porque aún no sabe hablar bien y no te pide nada pero siempre que ves algo lindo para ella lo compras y está bien mi amor gracias a eso tiene ropa muy linda pero es demasiada y mucha solo la uso una vez y ya no le queda.

—Ya no soy así con Evan.

— ¿No? Y entonces porque Evan te pidio que le cambiarás su iPad y su laptop y al siguiente día se la cambiaste. Y emma no te habla aún perfectamente pero aún así, le compras muchos juguetes que aún no usa, en navidad tendremos que donar muchos juguetes

✰ Los Gallagher ✰ Aidan Gallagher (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora