06: Viaje

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"Viaje"

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"Viaje"

La brisa impactaba su rostro como acariciando su piel, era un día caluroso en el reino y incluso el viento era cálido; Wei Ying caminaba sobre un sendero de piedras, pateando una rama en el suelo.

Lan Xichen llevó al príncipe al lugar acordado por Lan Wangji, este estaba de espaldas, junto a una criatura que Wei Ying no pudo reconocer, su contextura era delgada pero resaltaba por la armadura y fue hasta que la inevitable cercanía llegó cuando pudo apreciar su rostro. Se trataba de un hombre de mirada asustadiza y piel pálida, a diferencia de todas las criaturas allí, este no poseía ningún tipo de cuerno, en su lugar, unas largas alas brotaban de su espalda extendiéndose hasta el suelo, si no fuera por su mirada temerosa Wei Ying realmente hubiera temblado de miedo.

—Su majestad —, el primero en hablar fue Lan Xichen, rompiendo el silencio y llamando la atención del rey, este volteó su rostro y casi al instante capturó la mirada de Wei Ying. El príncipe observó las esferas cristalinas que el rey tenía por ojos, no podía despegar su mirada de aquellos hechizantes ojos —, príncipe, le presento a Wen Ning. Es el eunuco que el rey designó para usted.

—Su majestad —, el de nombre Wen Ning se inclinó en cuanto escuchó que fue nombrado. Wei Ying desvío la mirada y pudo observar la reverencia que el eunuco realizaba, fue en ese momento que el príncipe pudo observar por completo las majestuosas alas; de largas plumas y oscuras como la noche, un detalle fascinante fue el brillo que poseían. Wei Ying deseo tocarlas.

—Príncipe —, esta vez fue el rey quien habló, su áspera voz llenó los oídos de Wei Ying como una dulce melodía, el tono era grave pero eso mismo lo hacía fascinante —, me alegra que haya aceptado mi invitación.

Eso último dejó desconcertado a Wei Ying, el semblante del rey no parecía en absoluto alegre, ni siquiera había un rastro de emoción en ese gélido rostro. Wei Ying pensó que el rey mentía y debido a esos pensamientos simplemente rodó los ojos en disgusto, molesto por la falta de honestidad del rey.  Sumado a esto, ¿invitación? ¿Desde cuando retenerlo contra su voluntad era una invitación?

—Debo retirarme, majestad —, Lan Xichen se inclinó una vez más, despidiéndose de los presentes para después batir sus túnicas y alejarse con tanta rapidez que Wei Ying no tuvo tiempo de detenerlo. Solo pudo verlo desaparecer entre el bosque y el sendero.

—Joven Príncipe, debemos seguir caminando —, Wen Ning lo trajo devuelta a la realidad, y entonces Wei Ying cayó en cuenta de que el rey ya había comenzado a caminar.

En un inicio el recorrido parecía una tortura para el joven príncipe, que además de no estar acostumbrado a caminar tanto, no estaba del todo cómodo con la compañía. El silencio era tan desagradable para Wei Ying como comer algas infectadas, pero en esta situación era inevitable; el rey caminaba por delante seguido por su Wen Ning y Wei Ying a una distancia bastante alejada.

El príncipe del mar || WangXian Donde viven las historias. Descúbrelo ahora