Cuando su pueblo fue atacado, Wei Ying fue secuestrado por misteriosas criaturas con cuernos y alas, en un mundo desconocido tendrá que hacerse paso para salir de ahí, en medio de dragones y amoríos accidentales.
¿Por qué el rey Dragón decidió captu...
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"La mentira más descarada que han escuchado misoídos..."
El recinto estaba dividido en dos secciones: la planta baja, en la que se encontraba acomodada la cocina y el restaurante, junto a las habitaciones de los empleados y las bañeras públicas; en la parte superior unida por una larga escalera de madera, se hallaban las habitaciones en las que alojaban a los clientes, estas generalmente eran reservadas con días e incluso semanas de anticipación, debido a que se trataba del restaurante con más demanda en Caiyi. Wen Ning, por supuesto, se había encargado de conseguirle una habitación a su majestad y sus acompañantes; aunque la casa era increíblemente grande, esta tuvo que cancelar a varios clientes para hacerle un espacio apropiado al rey.
-Majestad -, al poner el primer pie dentro del lugar, de inmediato se quedó en silencio y en su mayoría detuvieron sus actividades. No tuvo que decir una palabra para silenciar el ajetreo, su sola presencia imponía poder. La aparentemente dueña del hogar se inclinó hasta que su cuerpo quedó doblado a la mitad dándole la bienvenida al rey, a su vez, las demás personas hicieron lo mismo -, esperábamos con ansias su visita, las habitaciones están listas para ser ocupadas. ¿Quiere que le preparemos agua caliente? ¿Comida? ¿Qué tal una bebida?
Wei Ying saltó estirando una mano para hacerse notar, colgándose de Wen Ning para no perder el equilibrio. En realidad para la población de Caiyi fue imposible no notar la presencia del príncipe.
-¡Bebida! ¡quiero... sonrisa del emperador! -, exclamó. La dueña miró al príncipe extrañada y se atrevió a preguntar.
-¿Y... usted quien es? -, avergonzada por su atrevida pregunta, casi al instante cubrió su pálido rostro con ambas manos en muestra de sumisión.
-Mi nombre es... Wei Ying
-¡Oh! E-es el príncipe del mar... —, la reacción de la mujer llamó su atención, se sintió extraño al ser reconocido por una mujer que no había visto jamás ante sus ojos. Por supuesto, Wei Ying no tenia ninguna corona sobre su cabeza pero aún su apariencia era distintiva.
Wei Ying escuchó como las mesas se llenaban de susurros y como su nombre viajaba de boca en boca; por unos segundos recordó los murmullos que llenaban lo profundo del mar y el doloroso sentimiento de estar en la mirada de la gente. Suspiró con pesar.
-Wen Ning -, llamó entre susurros -, ¿por qué esta gente me conoce?
-Príncipe, es obvio que la gente conoce las leyendas del mar y por lo tanto lo conoce a usted -, contestó. Wei Ying se dedicó a analizar el escenario; las personas ahí tenían largos cuernos sobresaliendo sobre sus cabezas y la mayoría estaba vestida con túnicas a excepción de la guardia real que portaba armaduras de acero, también se pudo percatar de un miedo incierto en los ojos de aquella muchedumbre, no sabia si se debía al rey o a sí mismo pero le desagradó esa mirada en ellos.