Cuando su pueblo fue atacado, Wei Ying fue secuestrado por misteriosas criaturas con cuernos y alas, en un mundo desconocido tendrá que hacerse paso para salir de ahí, en medio de dragones y amoríos accidentales.
¿Por qué el rey Dragón decidió captu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"La corona yacía en el suelo. completamente ignorada"
"¿Y Xichen? ¿Es completamente inocente?"
Las palabras se reprodujeron en su mente una y otra vez. ¿Quién era inocente y quien no? ¿Quién tenia las manos manchadas de rojo tinto y la lengua llena de espinas? ¿Quién conservaba una mente pura y cueles ojos no habían visto una injusticia? Para encontrar respuesta a estas preguntas, primero tendría que averiguar con certeza que era lo bueno y lo malo. En el fondo del mar, lo llamado bueno era totalmente diferente a lo que en la tierra significaban esas palabras; lo descubrió cuando su desnudez no pasó desapercibida en el tierra, cuando en su mundo era completamente aceptado. Entonces, ¿qué era lo bueno y qué era lo malo?
Las voces en su cabeza lo despertaron del sueño, en realidad, su cuerpo simplemente se había rendido anoche, por alguna razón sintió que la fuerza en sus aletas se perdía y su campo de visión se oscureció junto a la noche; no podía hacer reaccionar su propio cuerpo pero sentía y escuchaba como si estuviera consciente. Sus oídos percibieron el sonido del agua batiéndose cuando el rey entró en el agua y sintió los dedos de este mismo pasando por su angosta cintura para sacarlo del agua. Cuando despertó la luz atravesaba el gran ventanal, sus parpados volvieron a cerrarse de golpe debido a la intensidad de esta iluminación; su cuello dolía por la posición en la que durmió y sentía congeladas sus piernas, tal vez porque aún no tenía el control sobre ellas y solo sentía el rose de la tela con la piel. Al levantar y girar la mirada, unos cuernos sobresalieron en la esquina de la cama, la sabanas estaban desordenadas en el punto y levemente hundidas por el peso del rey recostado en la orilla.
Wei Ying se sobresaltó. El rey estaba incómodamente recostado en la cama, con las mismas prendas del día anterior y el rostro sumergido entre sus propios brazos como si fueran una almohada, la mitad de su cuerpo se sujetaba de la cama y la otra mirad estaba colgando en el suelo. Entonces, ahora con la conciencia despierta y los sentidos alerta, pudo reconocer la habitación; esta bellísima alcoba no era suya. No era el recinto en el que había estado durmiendo y habitando los últimos días, era aun más ostentosa y llena de lujos. Era extensa y habían más muebles en ella; en frente de la cama, a unos metros se encontraba una mesa y papeles desordenados sobre ella, y el ventanal era aun más grande que el suyo. Era la habitación del rey. Después de que perdió la conciencia, el rey seguramente lo había trasladado dentro del palacio, pero... ¿por qué a su habitación?
En este momento, cuando la luz bañaba el rostro incómodamente acomodado, pudo apreciar su piel tersa y completamente lisa como el mármol. La blancura de esta que no hacía más que resaltar los detalles más pequeños en el rostro del rey; el contorno de sus ojos oscurecidos por las pestañas y las cejas uniformes, la nariz afilada y correctamente proporcionada, y labios rojizos insanamente atractivos. El rey tenía una respiración tranquila, aún en esa posición imposible, estaba concibiendo el sueño y lucia tan frágil que Wei Ying lo comparó con un cubo de hielo derritiéndose con el sol. Los cuernos del rey se extendían sobre su cabeza, firmes y decorados con pequeños cristales unidos por hilos de plata; Wei Ying no había tenido oportunidad de notar esos detalles antes, las piezas de joyería colgando de su frente, azules como el cielo y brillantes como el sol. Wei Ying se percató de otro detalle; el rey no tenía corona, en este momento su cabeza estaba descubierta y ese esencial objeto faltaba en ella. Lo único que se mantenía en su lugar era esa cinta blanca con detalles pequeños.
