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Hoy llore al terminar de escuchar el llanto de ese joven, lleno de felicidad al ver el bebé entre sus brazos.

Es díficil... Díficil saber que conociste a tu alma gemela, tu otra mitad, pero que tienes que dejarlo ir.
Por que esa persona no sabe que son almas gemelas. Por qué ya tiene a alguien más en su vida.
Y por qué no puedes darle los hijos que se merece.

Se que debo aceptarlo, aceptar que no es mío. Pero duele saber que pudo ser mío. Qué debió de ser mío y sin embargo no lo es.

Por qué yo soy un Tanat. Alguien de una casta alta y el es un alfa de clase baja.

Por esta sangre que todos matarían. Por esta sangre yo daria cada gota, si eso significa que estaré con el.

Diario de Domenik Tanat.
Año desconocido.

Despues de clases acordó ir con la señora Merry en compañía del pendejo este de Todoroki.

Le mando un mensaje corto pero educado a la señora, para avisarle de que si podía ir esta tarde a estudiar. Era una rara oportunidad de estudio que no iba a arruinar por su actitud de mierda.

Aunque en realidad una parte de si mismo no quería decepcionar a la señora Merry.

La señora Merry acepto, y le comento que irían a recogerlo en un lugar clave (petición de Katsuki, quien quería evitar preguntas innecesarias)

Giro hacia su derecha, mirando al squad de Deku (ignoro el leve chillido que soltó su Omega). No lo va a negar se sorprendió al no ser abordado con preguntas o tener que lidiar con los ojos llorosos de Deku. Ya que supuso que el día colores no aguantaría ni media hora sin decirle algo a Deku.

Miró hacia la dirección del bicolor poniendo extra empeño en tratar de escuchar mejor la conversación del Dekusquad. También mirando con detalle cada emoción que atravesaba el rostro del joven alfa.

—Entonces no puedes venir con nosotros hoy— Se quejo Uraraka haciendo un puchero, mirando sus manos sin saber que hacer con ellas— ¿De verdad estarás muy ocupado? Es la noche de estudio que planeamos todos.

— Considero algo precipitado un cambio tan radical. Supongo que si es una emergencia no hay problema pero sin embargo de otra manera...— Iida movió sus brazos de esa manera tan rara.

La chica de la coleta, Yao-algo (Katsuki nunca pudo pronunciar su nombre bien), se acercó a ellos— Bueno, podemos mover la sesión para otro día ¿verdad chicos?— Deku casi se arrancaba la cabeza con la velocidad que asintió. La beta pelinegro solo sonrió — ¿Ves? De todos modos debe ser algo importante para que Todoroki cambie sus planes de la nada.

— Si, tiempo con mis hermanos— Fue todo lo que respondió el bicolor. Antes de ignorar por completo a su grupo de idiotas, buscando algo en su teléfono que solo el podía ver.

Fue interesante ver la lealtad del bicolor ante la promesa silenciosa que le indico al chico ( aunque sabe muy en el fondo que fue todo menos silenciosa). Algo dentro de el estaba feliz con la idea de que Todoroki pusiera primero su promesa que a los idiotas que le rodean. Satisfecho consigo mismo y con la lealtad de Todoroki, decidió invitar algún día a entrenar.

Con una sonrisa en su rostro dejo de mirar hacia ese punto del salón y se concentró mejor en su propio grupo y sus pequeñas peleas. Peleas que como siempre eran una tontería que tendía a escalar de más por qué si algo tenían, era ser tercos hasta morir.

El Omega.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora