El chico good y el chico bad boy 《Versión extendida》

18

Narra Eithan:

Aquel día desperté con un dolor terrible en el brazo y en el cuerpo entero, en realidad. Me limpié los ojos y me levanté e intenté abrir la puerta, pero estaba cerrada.

—¿Noah?..— Busqué a Noah con la mirada, pero no estaba ahí.— Ugh..

—¡Llegué!.— Al escuchar su voz decidí quedarme sentado en la cama, no quería que abriera la puerta y me pegara un portazo en la cara. Cuando abrió la puerta prendió la luz y se acercó para abrazame.— Buenos días amor, ¿hace cuanto despertaste?.

—Desperté recién..

—Oh, ok.— Acarició mi cabello.— Tengo noticias sobre Jason.

—¿En serio?.

—Si, está en el hospital.

—Gracias a Dios..— Murmuré.

—Eh, si, supongo.— Suspiró.— Bueno, ¿cómo está tu brazo?..— Acarició mi mejilla.

—Me duele pero puedo soportarlo.

—Eso es bueno, ¿te duele mucho moverlo?.

—Si, bastante..

—Hm.. Ya veo..— Siguió abrazándome.— Por favor pórtate bien y evita que te haga estas cosas, ¿ok?.

—Ok...

—Muy bien.— Me dio un beso en la frente.— ¿Qué quieres desayunar?.

—No sé.. No tengo hambre..

—Bueno, de todas formas es bastante temprano.

—¿Qué hora es?..

—Las ocho y cuarto.

—Ah, ok.

—Ei.

—¿Qué pasa?..— Estaba cansado de responder tanta estupidez, pero debía hacerlo si quería salir vivo de aquí.

—Hoy empieza Septiembre.

—Que bueno, haz lo que quieras conmigo, ya no me importa..

—Vamos, Ei, no seas así...

—¿Qué más puedo decirte?.. No estoy muy emocionado al respecto..

—¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor?..

—Morir.— Lo abracé para evitar que me hiciera algo.

—Es una linda idea, la tomaré en cuenta.— Acarició mi cabello.— Dime otra cosa.

—Hm..— Intenté pensar en algo, pero tenía la mente en blanco.—No lo sé, es sólo que no quiero hacer nada hoy..

—Bueno, si no quieres, esta bien, pero..

—Pero debo darte algo de todas formas, ¿verdad?..

—Si.— Sonrió.

—Ok..— Tragué saliva y suspiré.— ¿Qué quieres que haga?..

—No estés tan asustado, Ei, no es nada malo.

—Sólo dime qué debo hacer y ya..— Sin responder besó mis labios, haciendo que el beso fuera cada vez más profundo.— Hm..— Me estaba quedando sin aire, además de que quería vomitar, por lo que lo empecé a apartar de mi.

—Oh, recién había empezado, Eithan..— Me tomó de la cintura.

—Pero casi me ahogo..— Intenté recuperar el aire y calmarme.

—Eso es lo divertido.

—¡¿Qué es divertido para ti?!, ¿enterrarme un cuchillo en el brazo?, ¿abusar de mi?, ¿matarme?.— Las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas.— ¡No te entiendo!, te juro que no puedo entenderlo, quizás podría quererte si no fueras una mierda, pero lo eres.— Intenté secar mis lágrimas con mi suéter.— Sólo mátame, Noah, sólo..— Mi voz empezó a cortarse.— Sólo..— Empecé a llorar sintiendo una terrible desesperación.

—...Oh..— Su sonrisa se había desvanecido, al igual que el leve brillo en sus ojos. Me miró detenidamente y me abrazó con fuerza.— No voy a matarte, Eithan.— Su voz se escuchaba seria e incluso algo triste.

—¿Qué sentido tiene dejarme vivir si me vas a matar al final?.— Reí.— Sólo hazlo, Noah, es lo único que te pido, yo soy muy cobarde para hacerlo..

—Eithan.— Tomó mis manos y me miró a los ojos.— No voy a matarte aunque me lo pidas mil veces.

—¿Por qué?..

—Porque quiero estar contigo y que tu estés junto a mi, si te mato ya no me queda nada.

—Si es así, ¿por qué me haces daño?.

—Porque soy estúpido.— Rió levemente.

—Lo eres.— Suspiré.— Si no vas a matarme, al menos dame ganas de vivir, aunque dudo que puedas hacer eso..

—Puedo intentarlo si quieres.

—Haz lo que quieras..

—Tomaré eso como un si.

—Hm..

—¿Qué quieres hacer hoy?..

—Nada..

—¿No quieres salir?.

—Ya no, ¿para qué?.— Miré el suelo.

—Eithan..

—¿Hm?.

—¿Cómo quieres que sea?.— Acarició mi mejilla.

—No sé, normal.

—¿Qué es normal para ti?.

—Que respetes mi espacio y no intentes matarme sólo por una estupidez. Si quieres grita o algo, pero tus castigos son horribles..

—Hm.. Entiendo.. Lo siento, Ei.

—.....

—¿Algo más?.

—No sé si esto será mucho para ti, pero quiero que me dejes elegir si quiero estar contigo o no. Créeme que obligándome a quererte lo único que vas a causar es que te odie.

—Voy a pensar en eso..— Miró el suelo.— Pero lo tomaré en cuenta, ¿ok?..

—Ok.— Aparté la mirada y un silencio incómodo se apoderó del ambiente.— Bueno...

—Iré a hacer el desayuno.— Sonrió y salió rápidamente de la habitación.

—Esto es muy raro..— Murmuré y busqué algo para ponerme mientras pensaba en la conversación que había tenido con Noah hace algunos segundos. Algo me decía que no debía confiar en él y, por otro lado, una pequeña y diminuta parte de mi sentian algo de sinceridad en sus palabras. Aún así, estaba dudoso, por lo que preferí seguir con mi día como si nada hubiera pasado.