Yesterday is Forever

XIII

Capítulo final.

Bokuto Koutaro.

—Bokuto-san.

¿Como terminamos así?

—Bokuto-san.

¿Por qué?

—¡Bokuto-san! —Lev tomó mis hombros, ahí volví a la realidad —Daichi-san me ha dejado un mensaje para ti —Yo me encogí de hombros, pero Lev me obligó a ver el mensaje —Es de Kuro-san, asi que lo lees, por que lo lees.

La luz del celular en mi rostro fue tenue. Siendo honesto, no quería ver el texto, pero ya era tarde.

"Feliz cumpleaños"

Fue suficiente para recordar que hice todo mal, debí haber arrastrado a Tetsuro conmigo ese día en el que decidimos irnos lejos. Debí darle la razón siempre que peleábamos, por que siempre la tenía él y aún sabiéndolo me hacía el terco. Debí quedarme a su lado hasta el final, pues al fin y al cabo, él si se hubiera quedado conmigo.

—La guardia costera ya debe estar alerta de lo que sucede, el fuego es demasiado. Bokuto-san, vámonos.

No quería, no me importaba —Vete tú si quieres, yo no tengo ganas.

—¡Bokuto-san! Sabes que si la policía te atrapa no dudará en matarte, ofrecen recompensas por nosotros. Solo vámonos, no tienes a donde ir ahora, pero puedes venir conmigo.

¿Y a donde debo ir? Sin Tetsuro no tengo a donde, siempre lo he seguido a todas partes, siempre he dependido de él. Incluso se lo he dicho a la cara, joder, tampoco debí haberle dicho eso, él no tenía la culpa de mi poca moralidad.

—¿¡Crees que Kuroo-san te dijo que te fueras para esto!? ¿Crees que él preferiría verte muerto?

—¡No hables en su nombre! —Reclamé en voz alta —¿¡Que carajos sabes tú de Tetsuro!?

—¡Sé que él no hubiera querido esto! ¡Él quería que fueras una buena persona, pero tú, tú siempre siguiéndolo y siguiéndolo! ¡Si Kuroo-san se hubiera metido con Daichi él solo, ahora no estaría muerto! —Gritó, escupiéndome la verdad a la cara —Se ha jugado los últimos años de su vida a tu lado, es hora de que hagas algo por él.

Mi vista se fijó en la lancha de remos. Incluso si quisiera, no podremos evitar a la policía remando. Y ya era tarde, la guardia costera estaría aquí en menos de cinco minutos.

—No lo lograremos de todas formas.

Lev pareció darse cuenta.

Y entonces, el ruido de una lancha a motor nos hizo mirar hacia el frente. Reconocía algunos rostros. Lev los reconoció todos y pareció sonreír. Se le vió muy feliz y corrió hasta donde el barco aún hundiéndose le permitió.

—¡Alisaaaa! ¡Hermana, por aquí! —Comenzó a gritar con los brazos extendidos.

—¡Lyovochka! —Levantó la voz a la distancia, hablando en un extraño acento.

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que vi a esa niña, bueno, ya no era una niña. Era una bonita jovencita de aproximadamente un metro setenta y cinco. Se le vió muy contenta cuando pudo abrazar a su hermano menor.

—Alisa, ha pasado mucho.

—¡Bo! —Ella habló, dejando su acento de lado para hablar en mi idioma —¡Que grande estás! Mi padre me mandó a por ustedes, Daichi-san le envió un mensaje... siento mucho lo de Tetsu, lo de Daichi-san y Sugawara-san.

Ella se acercó para abrazarme, pero en cuestión de segundos, un hombre muy alto se interpuso entre nosotros —¿Señorita? —Le preguntó a Alisa, tal vez fue por seguridad, por que yo aún estaba armado.