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La idea de perderlo, de que finalmente a pesar de todo su esfuerzo por lograr mantenerlo a salvo fallara, esto hizo que sus ideas cambiaran, que su actuar hasta ahora tranquilo por los trágicos hechos que cambiaron su vida diera un giro, en un instante aquella contención, el pensar de manera estratégica, todo se deshizo, en ese momento no había nada más que la sólida idea de recuperar a Lan Zhan, tal vez llevo las cosas al límite, no puede negar el pánico que sentía cada vez aquella energía que había estudiado y según el dominaba empezaba nublar su juicio, el terror de que hayan herido a Lan Zhan junto con la paralizante sensación de no saber que estaba ocurriendo en ese instante, el enojo era tan gran de que por momentos no deseaba más que ver a esos soldados Wen que aún se mantienen aliados a ese líder cuestionable tan desesperados y aterrados como él se había sentido.

La llegada de Lan Wangji a salvo junto a él, fue esa chispa de luz, ese brillo que alejaba los horribles pensamientos que giraban en su mente, pero aun así no podía confiar, en ese momento se sentía tan extraño, sentía que todo estaba terriblemente incorrecto, pero aquella persona, aquel omega que ha confiado en el a pesar de todo lo que había pasado entre ellos aun deseaba ayudarlo, porque era una de las personas más nobles que existirían en este mundo, no podía defraudarlo, cuando finalmente pudo aclarar su mente se sintió profundamente feliz, sonriendo, por fin podría descansar un poco.

Wei Wuxian abrió sus ojos lentamente, algo confundido, el olor de las feromonas de su omega golpeo instantáneamente sus sentidos, sonrió acercándose al cálido cuerpo de su acompañante, la suave respiración, que mostraba comodidad y tranquilidad le hizo saber que el omega aun dormía profundamente, observo al joven a su lado, dejando un suave beso en la mejilla de Lan Zhan decidió volver a cerrar los ojos, regocijándose en aquella cercanía e intimidad que finalmente podían compartir, su mente era un torrente de imágenes a las que no podía encontrar sentido, un torrente de acontecimientos que en ese momento no tenía ganas de lidiar con ellos, los empujo al fondo de su mente tan solo siendo envuelto por esta placentera experiencia que vivía en ese momento, en su mente no cabía nada más que su omega, la tranquilidad y felicidad de Lan WangJi.

Cuando volvió a despertar reviso rápidamente aquella barrera que formo con energía resentida, y se dio cuenta que había perdido un poco de su fuerza, una burbujeante ira surgió nuevamente en él, pequeños recuerdos atestaron su mente nuevamente, esta vez mucho más claros, no le importo el gran escándalo que había hecho, sino aquel irrespeto, aquella audacia de esas personas que lo único que buscaban era herir a Lan Zhan, el omega que se había obligado a ser el epitome de la perfección solo por tenerlos felices, pasado por tanto en su vida y aun así no ha ganado ni un gramo de respeto de aquellos que sin pensar dos veces se lo habían entregado, ha sido tan menospreciados, Wei Ying sabe de primera mano que Lan WangJi es una de las personas más hábiles y talentosa con las que se ha topado en su vida, reniegan porque su género secundario es el de un omega pero si tan solo tuvieran que enfrentarlo en batalla se darían cuenta que hasta uno de los mejores alfas encontrarían en él un rival muy fuerte, estaba tan indignado, e incluso si los ancianos Lan hubieran sabido las intenciones de esa maldita mujer, lo más probable es que la hubieran apoyado, recuperar su poder era lo único que les importaba.

Algo oscuro dentro de él le pedía que destruyera a esas personas, un susurro, como un ligero siseo que describía perfectamente el castigo que tenía que darle a cada uno de ellos, como podría destruir aquellas reglas que restringían tanto a los omegas, pero algo hizo que detuviera abruptamente esos pensamientos, ¿Qué sucedería con los Lan si hiciera eso?, más aun, ¿Qué pensaría Lan Zhan?, volvió su mirada al omega, no dejaría a Lan Zhan solo, tenía tiempo para hacer que esas personas se arrepintieran, pidieran perdón de rodillas por hacer tanto daño a alguien tan puro e inocente, abrazo suavemente al omega, en un dulce gesto de protección y adoración.

SÁNDALODonde viven las historias. Descúbrelo ahora