Oh, look those pretty eyes...

529 23 40
                                    

Blue eyes
Baby's got blue eyes
Like a deep blue sea
On a blue, blue day...


╾┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈╼


—Ahí va de nuevo —Mencionó Ravonna, ordenando unos documentos sobre su escritorio, distraídamente. Mobius levantó la vista, de manera muy poco discreta, picado por la curiosidad.

—Parece muy decidido.

—Se arrepentirá al último segundo, como siempre.

—No, no, esta vez es la buena, le tengo fe —Afirmó Mobius y su colega alzó una ceja, sonriendo.

— ¿Suficiente como para apostar?

Mobius titubeó.

Ya no había un alma en todo el precinto policial que no se hubiera dado cuenta del interés que tenía Loki por la detective Laufeydottir. Excepto, claro, la propia Sylvie.

Para diversión de unos y frustración de otros, Loki no se atrevía a invitarla a salir. Ni siquiera podía conversar más de diez minutos seguidos con ella. En voz baja, los otros detectives intercambiaban apuestas y predicciones. No es que a una oficina dedicada a resolver homicidios le hicieran falta dramas, pero el de ellos dos era -por mucho- el más entretenido de ver. Con el plus de que nadie había muerto... aún.

Más de una vez al día, Loki se acercaba al escritorio de la rubia a preguntar cómo le iba con sus casos, eso parecía. Sylvie despegaba la vista de la pantalla o de sus carpetas el tiempo suficiente para mirarle de reojo, asegurar que todo estaba bien y seguir en lo suyo.

Loki no añadía nada más. A veces titubeaba un par de segundos, decía algo como "suerte" o "si puedo ayudarte, avísame" y se retiraba de nuevo. Las primeras veces, Sylvie se preocupó creyendo que el pelinegro estaba reuniendo valor para informarle algo desagradable que hubiera escuchado (por ejemplo, que Renslayer por fin había decidido suspenderla por los reportes en su contra de uso excesivo de fuerza), pero con el tiempo se acostumbró a la situación. Supuso que Loki solo se aburría con el trabajo de oficina y quería ser útil en otros casos.

—Mm... ¿Laufeydottir? —Sylvie dejó de teclear cuando, por segunda vez en el día, Loki se acercó a ella. Suspiró.

— ¿Sí? —Alzó la vista y... Sucedió de nuevo. Loki se congeló durante unos segundos y volvió a adoptar ese aire dulce de cachorro ansioso, esperando por algo que Sylvie desconocía.

—Ah... Yo sólo... Me pregun... Preguntaba si... ¿Cómo te va con...? —Señaló el monitor, internamente desesperado por quitarse de encima esos grandes ojos azules y sintiéndose más ridículo que otros días.

Sylvie hizo un gesto impreciso.

—Sin novedades. Estaba esperando el informe del forense cuando preguntaste la primera vez. Y sigo esperándolo.

—Por supuesto —Loki sonrió, conteniendo las ganas de huir, con la vista en el suelo—. ¿Te... gusta el café?

— ¿Perdón? —Sylvie hizo una mueca de confusión y Loki se abofeteó mentalmente.

Snuggle moments [Sylki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora