Snuggle moments [Sylki]

It's winter, the wind is blowing

Something you should remember about parents in law:
After all, they raised one of the most important people in your life

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Loki se siente pequeño.

Y esa no es una sensación habitual.

Es decir, para el estándar de su mundo, tiene una altura perfectamente respetable. En realidad no era algo a lo que haya prestado mucha atención antes, la altura le parecía una cuestión irrelevante. Pero, claro, antes no había tenido que enfrentarse a los inusualmente altos parientes de su Sylvie.

Aquí la altura parecía ser algo muy importante y él es pequeño.

Pequeño en comparación al inmenso palacio delante del cual está de pie. Pequeño al lado de los altos guardias que los vigilan con severidad mientras los escoltan dentro de una larga cámara llena de estatuas gigantescas de reyes y reinas en sus tronos de piedra.

Y definitivamente minúsculo al compararse con esos majestuosos personajes que Sylvie afirma que no son estatuas, sino sus antepasados, congelados por magia antigua.

Hablando de congelarse, Loki menciona que hace mucho frío. Sylvie no parece afectada por ello y le explica que el sol de Charn es viejo y casi no emite calor, además están en invierno. Esta información no sirve de mucho para Loki que sigue teniendo el rostro y las manos heladas.

—Sabes que esto no es necesario —Repite Sylvie por milésima vez, mientras se detiene, como dándole la opción de marcharse.

Ella también luce nerviosa, ¿porqué lo estaría? Son sus padres y hermanos a quienes vienen a ver, después de todo. No importa si ella es aún más enana que él, no van a juzgarla. O eso supone Loki.

Cuando se conocieron en las mazmorras de la infame Bruja Blanca, la compañía de esa fiera princesa le hizo sentir algo de esperanza. E incluso antes de que ella le ayudara a escapar, Loki ya tenía claro que querría tenerla por novia... Cuando creciera un poco más, por supuesto, ahora sólo tenía dieciséis años.

Aunque muchos en Archeland y Narnia creían que esa relación no era una buena idea, no tenían autoridad alguna para objetarla. Y los hermanos de Loki (quizá los únicos con una opinión que realmente importaba) no tuvieron objeciones al respecto, después de todo, ¿puede alguien controlar los sentimientos que nacen en su interior? Desde el principio, los niños Odinson no tuvieron prejuicios hacia ella.

¿Qué importaba si ella era una hechicera? La magia no era buena o mala, sólo dependía del uso que se le diera.

¿Y qué si pertenecía a otro mundo? Thor, Hela, Loki y Sigyn también habían llegado a Narnia por accidente.

Además, Sylvie había sido prácticamente secuestrada de Charn por su tía, Jadis.

Y, como si todo lo anterior no fuera suficiente, fue el propio Aslan el que le otorgó libertad de permanecer en Narnia o volver a su mundo. Si ella decidía quedarse, le aseguró, el resto de las criaturas parlantes, humanas o no humanas, debían respetarla como a una igual.

—No, no, está bien, quiero hacer esto —Afirma Loki al verla llevar una mano hacia su bolsillo derecho, donde tiene un anillo amarillo que los llevaría de vuelta al Bosque entre los Mundos en menos tiempo del que se necesita para parpadear. En su bolsillo izquierdo tenía guardado otro anillo verde que necesitarían para volver a Narnia.