EXPLOSIVO

CAPÍTULO 14

CC

El lugar estaba que explotaba, había motos estacionadas por doquier y se podía ver el bar lleno desde lejos.

Jack me sostiene de la cintura antes de empezar a caminar hacia la puerta del local. No me había dado cuenta lo tensa que estaba hasta que sentí sus manos sobre mí y me relaje al instante. Estaba nerviosa, esto es nuevo. Yo sola en una ciudad que no era la mía, sin mis dos mejores amigos, jamás había pasado por algo así pero sé que no estoy realmente sola puedo

confiar en Jack y en los chicos.

- Acuérdate de lo que te dije en la pizzería y mantente cerca mío, Cassie. -dice con su voz ronca en cerca de mi oído.

El castaño se adelanta y abre la puerta para nosotros mientras que Michael nos sigue atrás. Las luces de colores y el humo del cigarrillo hacen la vista un poco más dificultosa, la pista estaba llena de gente rozando sus cuerpos al ritmo de la voz de la cantante de rock, en la barra había otro gran tumulto de gente esperando sus bebidas, todo era el doble de grande que DeSantis. Jack me lleva atraves de todas estas personas sin ningún problema. Nos dirigió hasta una escalera que estaba junto al escenario donde nos esperaba un tipo que era tan grande como un placard con mirada de que nadie le podía pasar por encima pero enseguida al reconocer a Jack, su mirada tomo un brillo de diversión.

- ¡White! Creo que ya empezaba a extrañarte.

- Siempre lo haces, Jeff, mejoro tu vida.

- Claro. -dijo con ironia el pelado haciéndonos una seña para que subamos.

Cuando estamos subiendo las escaleras, tiro de la campera de Jack para llamar su atención.

- ¿A dónde vamos? -digo en un susurro.

- Vamos a hablar con Rex.

Rex, el dueño del bar, el organizador de las carreras. Cuando me quiero dar cuenta estamos paradas frente a una puerta enorme negra en un estrecho pasillo. Siento un nudo en el estómago. Jack me da un apretón para darme confianza, antes de llamar a la puerta.

- ¡Dije que no me molesten! -miro a Jack con alzando una ceja.

- Soy Jack White. -dice alto para que lo escuche.

- ¡Oh, mierda! Espera, White.

Vi como este desplegaba su sonrisita de suficiencia. El mundo se rendia a los pies del jodido Jack White. La puerta se abrió dejando ver a una rubia un poco desarreglada con un vestido que no ocultaba absolutamente nada.

- Luego te veo, Rexxy. -dijo con voz de bebe y con los ojos de clavados en Jack para luego acercarse a su oído y susurrarle algo antes de marcharse.

- Perra. -se me escapo de mis labios cuando se había alejado. Jack intentaba contener una risa.

Pasamos a una oficina bastante amplia con un ventanal donde se podía ver todo el lugar, con un sofá frente a este y un gran escritorio de caoba donde nos esperaba sentado un tipo que rondaba los treinta, con el pelo marrón oscuro un poco despeinado y una camisa blanca arremangada dejando ver dos brazos absolutamente tatuados.

- Creo que te interrumpimos. -dice Liam en tono de burla.

Rex larga una carcajada, dejando el descubierto una increíble sonrisa blanca.

- Lo que sea por mi chico favorito. -le contesta a nuestro amigo y señalando a Jack.

Escucho como Michael resopla y toma asiento en el sofá.