Duda:
Vacilación o falta de determinación ante varias posibilidades de elección sobre creencias, noticias o hechos.
Después del caos que se formó en la casa por la noticia del cachorro de Inui y Kokonoi los días pasaron en total tranquilidad.
Los chicos habían acabado el plano de la casa de Baji; Draken y Mikey seguían a su padre desde el trabajo a la casa aprendiendo cada movimiento, Takemichi, Hina y Emma aun buscaban respuestas en las grabaciones. El hecho de que Naoto fuera policía les complicaba, debían ir en horarios específicos para no perjudicarlo en su trabajo y eso los tenía retrasados.
Nada parecía salirse de la línea, todo acuerdo al plan a pesar de los leves retrasos, todo bien hasta ese día en que Yuzuha y Kazutora llegaron a hablarle.
-¿Me quedo? - Baji se dirigió a él cuando los chicos pidieron hablar.
-Por supuesto- Chifuyu esperó que sus amigos se acomodaran y les dio la palabra- ¿Qué sucedió?
-Renuncié a la empresa, oí cosas y luego de descubrirlo he salido de ahí antes de causar sospecha- La voz de Yuzuha sonaba sigilosa, como si temiera que Chifuyu podría reprenderla por alejarse de sus deberes, aunque por supuesto él jamás la juzgaría por tomar una decisión que signifique su seguridad.
-Yo me quedé, sería raro que los dos nuevos se marchen- Kazutora agregó sencillo.
-Estaba sirviendo café, tu sabes como mi puesto no era muy alto quedé de chica recadista, y justamente llega el presidente a sentarse a la mesa.
-¿Mi padre? - Baji se sorprende.
-Si, le ofrecí algo por supuesto y aunque me lo aceptó me dijo que alguien más vendría. Hasta ese momento no le di importancia pero cuando el otro alfa llegó me sentí pésimo, liberaba feromonas solo porque si, por el gusto de incómodarnos a los omegas- Hizo un gesto de asco al recordar- Entonces fue cuando el presidente Baji lo llamó "Señor Matsuno"
Yuzuha dejó hasta ahí esa parte de la historia, estaba claro que Chifuyu trataba de procesar lo que estaba escuchando por la cara de impacto que tenía. ¿Cuantos Matsuno podría haber? Miles, claramente pero ¿Su intuición fallaba alguna vez? Para nada.
-Chifuyu- Baji le tomó la mano por debajo de la mesa mostrando apoyo, realmente se sintió más calmado.
Respira, no estás solo. No puede hacerles nada.
-¿Qué harían esos dos juntos? - Babuceo cuando volvió en sí.
-Ni idea, pero justo antes de irme me cruce con un tercer hombre que por supuesto no reconocí y se sentó con ellos- Yuzu trataba de poner en orden sus pensamientos- Mientras estuve traté de oír lo que decían pero era muy difícil. Solamente escuché hablar a tu padre Chifuyu, dijo "Mi hijo está jugando a la familia"
Esa elección de palabras le heló la sangre.
-No sabemos si es porque vives aquí o realmente sabe sobre Jamie- La voz de Kazutora era suave y precavida- Lo que haya sido, te protegemos amigo.
Cuando terminaron de informar los chicos se marcharon, Chifuyu miró en dirección a Baji y como la más pura conexión entre dos personas este lo llevó a sus brazos.
-¿Qué haré? ¿Y si mi padre sabe de Haruki? - Inevitablemente comenzó a llorar, tenía al alfa fuertemente sostenido de la ropa- ¿Qué será de nosotros? ¡Si algo le pasa a mi bebé me voy a morir! Dios mio...
-Hey, ya, respira- Sintió como su cabello era acariciado. Feromonas con el dulce aroma a miel lleno su pecho, Baji lo trataba de calmar y eso lo sorprendió, pocos alfas lograban hacer eso con su presencia.
Ninguno de los chicos había intentado esto por él jamás, quizás por miedo a que Chifuyu se molestase o simplemente porque nunca creyeron que lo necesitaba.
Y claro, antes que cualquier otro alfa, era el suyo quien lo calmaría como nadie.
-No dejaré que nada te pase, no dejaré que le pongan un dedo encima a Jamie- Su respiración y su promesa le chocaron en el cuello- Protegeré a Haruki como si fuera mi propio cachorro.
Demonios Chifuyu.
¿No habías quedado de no caer por este hombre?
Era imposible, no solo el destino haciendo su trabajo sino el mismo alfa siendo un hombre increíble. Nadie puede ser tan bueno, nadie puede actuar tan bien, tan perfecto, y de existir esta persona ¿Acaso Chifuyu lo merecía?
Estaba arruinado, incluso antes de comenzar a jugar ya había perdido.
Mientras más aceptaba sus sentimientos más difícil se volvía todo, tenía que decirle la verdad al alfa y dejar sus inhibidores para poder demostrarle que estan destinados. Aun después de confirmarlo ¿Qué sería de su cachorro? Sin importar que tan bueno sea Baji un omega con un hijo era casi equivalente a comprar comida caducada.
No te sirve.
Dice que protegerá a Haruki como su hijo, pero esto lo ha dicho en plan de amigos, ser su alfa es otro tema.
-¿Quien sería ese tercer hombre? - Quizo cambiar el tema, verse fuerte.
-No lo sé, además ¿Qué hacían tu padre y mi padre? - Baji se ató el cabello- ¿De dónde se conocen?
-Ni idea, mi papá es empresario pero nunca supo manejarlo demasiado bien- Trató de hacer memoria tan atrás como pudo- La primera vez que vi a tu papá en una foto se me hizo conocido, pensé que era por los medios pero podría haberlo visto de niño.
-Tiene sentido, sin embargo nunca conocí a tu padre en casa- Baji continuaba acariciandole el pelo y de la nada sonrió- Chifuyu quizás alguna vez estuvimos a punto de conocernos y no pasó.
-Por tu parte sería, yo no podía ni mirar por la ventana.
-A Keiko la dejaban en casa pero a mi me llevaban a muchas juntas- Baji se alejó para mirarlo y Chifuyu quiso forzarlo a volver a su lado- Bueno, será que el destino lo quiso así ¿no?
El destino, claro, eso solo le recordaba cuantas explicaciones le debía a Keisuke Baji. Actuó su mejor sonrisa y se disculpó para retirarse.
Las ganas de llorar eran tantas, sentía que se estaba ahogando en un pozo que el mismo había construido.
Chifuyu al fin asumió sus sentimientos ¡fiesta en mi casa! 🎊🎊🎊🎊 Bueno no tanto así.
Ya está, como siempre, cuéntenme y espero les haya gustado 💛
PD: Vayan a leer mi kokoinui "Nocturno"
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Inevitable
FanficNadie le dijo a Keisuke Baji que ayudar a una omega sin esperar nada a cambio tendría una, demasiado inmediata, recompensa, aunque claro primero tuvo que recibir una monumental patada de Mikey Sano. Luego de ser interrogado y concluir que tanto ello...