Capítulo Catorce.

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- 14.

Catherine Cohen.

Los años que me tiré siguiendo los pasos de mi queridísima hermana me han servido de mucho, si ya parecemos la misma persona, copiar cada cosa de ella era pan comido ahora, y a fin de cuentas, lo que quería era acabar con la poca estabilidad que tenía para que volviésemos a ser las que fuimos hace dos años, en la muerte de mi abuela, ¿que descabellado, no? A fin de cuentas, fui yo quien la mató y quién hizo emerger una parte oculta de mi querida Katherine, parece un chiste que me hubiesen puesto el mismo nombre que a ella pero cambiando la primera letra solo. La cosa es que cuando descubrí su lado más oscuro, su lado donde su mente consciente no funciona, y se vuelve completamente sanguinaria, era la parte que quería volver a hacer emerger, hace exactamente 5 noches que volvió a aparecer dicha parte en pleno de una pelea con sus amigos, y ella misma ni lo recuerda, se ve que la parte oscura quiere quedarse más tiempo, pero su consciente no se lo permite y hace que borre todo recuerdo de ello, era algo intrigante y digno de admiración, a fin de cuentas yo solo era una vulgar asesina, siempre había sabido que me encantaba matar y la verdad que todos estos años no me ha ido tan mal, pero una ayudita nunca viene mal, ¿no? Y aquí es donde entro yo, he estado tantos años en la oscuridad para llegar a este preciso día; 13 de agosto, a una semana de irse de viaje definitivamente, y obviamente yo iba a hacer lo que tenía que hacer, sin remordimiento alguno.

Mi plan era bastante específico, la estúpida mente consciente de mi hermana, quería con locura a un chico llamado Jeon, bastante atractivo cabe destacar, pero vamos, sé que no han hablado, ni se han visto desde que pasó aquello, así que era mi momento clave. Solo me quedaba resquebrajar un poco la mente de ella para que ya no hubiese vuelta atrás. ¿Os he dicho ya que Katherine sin su parte consciente es una persona a la que le da igual todo el mundo y no mide a quién hacer daño o mata? ¿No? Bueno, en tal caso ya lo sabéis y las cosas se van a poner muy divertidas. Yo no odiaba a mi hermana, pero siempre había sido el centro de atención por sus buenas notas, buena conducta, mientras que yo quedaba en la oscuridad completa porque no era igual a ella, y la verdad nunca lo sería.

Me arreglé el pelo como lo suele llevar ella, pinté levemente mis ojos y mis labios y me apresuré en ir al parque que frecuenta Jeon, sonreí con malicia cuando lo vi allí fumándose un cigarrillo mirando al cielo, me llevé un cigarrillo yo también a los labios y empecé a caminar en su dirección encendiendo el cigarrillo, sonreí levemente cuando sus ojos hicieron contacto con los míos, él sonrió de forma tímida y me echó un vistazo muy rápido para volver sus ojos a mi rostro.

-¿Está ocupado el asiento o puedo sentarme aquí? - Pregunté riendo suavemente.

- Oh, no, puedes sentarte sin problema alguno, Kath. -

- ¿Y puedo preguntarte qué haces por aquí a estas horas? -

- Quizá eso debería de preguntar yo, ya que siempre estoy por aquí a estas horas, pero a ti nunca te vi por aquí. -

- Supongamos que te buscaba, porque quería hacer algo desde hace mucho tiempo, y quiero hacerlo antes de arrepentirme. -

- ¿De qué estás habland... -

Antes de que pudiese terminar la pregunta me abalance sobre él, besando sus labios de forma desesperada, pasé la punta de mi lengua por su labio inferior y soltó un jadeo ronco, me siguió el beso a continuación cogiendo mi cara entre sus manos, ladeando la cabeza para profundizar el beso, su lengua entró en acción buscando la mía, sonreí de forma ladeada llevando mis manos alrededor de su cuello mientras aceleraba el beso. Nuestras respiraciones ya era un desastre, Jeon bajó una mano por mi espalda dejándola posada en el bajo de mi espalda, acarició mi espalda de forma suave y dulce mientras nos separábamos para poder respirar nuevamente. Sonreí dándole un tierno beso en la nariz.

- Guau, ¿y eso a qué ha venido? -

- Ya te dije, era algo que quería hacer desde hace mucho, y pensé que el momento y la noche eran perfectas para esto. - Dije encogiéndome de hombros.

- Tú eres perfecta, Katherine. -

- Ay, no seas bobo. - Golpeé su hombro suavemente sonrojándome.

- ¡Auch! - Cerró los ojos tocándose el hombro.

Mierda, se me olvidó la paliza que le pegó mi querida hermana al tonto que tengo enfrente y a Tyco, virgen santísima, sonreí para mí interior y aquí viene la mejor actuación de mi vida.

- ¿Te golpeó muy fuerte Tyco? Es que de verdad, es un bruto... -

- ¿Qué? No fue Tyco quién lo hizo. - Me miró ladeando la cabeza, extrañado.

- ¿Cómo que no fue él? Pero si él me dijo hace 4 noches que había sido... - Cerré la boca viendo como los ojos de Jeon se volvían rojos de repente, rojos de ira. Sonreí nuevamente para mí, bingo.

En un arrebato, Jeon volvió a abalanzarse contra mi boca, haciendo un beso más desenfrenado, más de rabia que de ternura como el anterior, le proseguí el beso, sentándome a horcajadas sobre su regazo pasando las manos por su cuello y tirando suavemente de su pelo hacia atrás, sus manos se posaron en mi trasero apretando este con bastante fuerza, lo que me hizo jadear contra sus labios, nuestros ojos se encontraron y pude ver la chispa de deseo en estos, sonreí mordiendo suavemente su labio inferior y tirando de éste hacia mí para volver a besarlo de forma brusca.

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Empieza lo trágico de Catherine, ¿se dará cuenta Jeon que no es Kath? ¿Qué busca realmente Cath para hundir a su hermana? 

Magic Shop.  [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora