Capítulo Treinta y Tres.

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- 33.

Jeon Thyssen.

Habían pasado escasas horas desde que descubrí a Tyco con la hermana de Kath en medio del bosque, y tenía la cabeza a mil tratando de ver qué narices hacía a continuación, tendría que sacarme un as bajo la manga si quería salir victorioso y vivo de aquella situación, porque para nada pintaba favorecedora para mí. ¿Se lo tendría que decir a Kath? ¿Tendría que hacer esto yo solo? ¿Podía contar con alguien más?

"Déjate de preguntar estupideces, sabes perfectamente que como te la jugó Tyco, podría hacerlo cualquier otra persona."

Mi cabeza en ocasiones me daba las respuestas ella sola, y en esta ocasión tenía toda la razón del mundo, para qué mentirnos, ya no podía confiar ni en mi propia sombra. Me levanté de la cama suspirando por no haber podido dormir nada en las horas anteriores y maldiciendo por lo bajo cuando me levanté para encaminarme a la ducha, activé el estéreo y comenzó a sonar My Time, respiré profundamente cerrando los ojos estirando los brazos hacia arriba para desperezarme, bostezando.

Abrí la puerta del baño, cerrando con pestillo detrás de mí, apoyé la cabeza en la puerta volviendo a maldecir.

"Dios quiera que no nos despedacen en unas cuantas horas, porque menudo viaje más bonito haríamos."

Negué suavemente con la cabeza, separándome de la puerta y empezando a quitarme la ropa para entrar a la ducha, abrí el agua dejando que saliera el agua tibia antes de entrar, dejando que el agua me empapase por completo tratando de organizar sin éxito alguno mi cabeza.

"Pero si no nos vieron, deja de comerte la cabeza y usa eso en tu favor, por Dios, Jeon."

En cierto modo era cierto, no nos habían visto, pero no podía fiarme de aquella suposición y tendría que hacerle cara a la situación tarde o temprano. Pasados quince minutos salí de la ducha colocándome la toalla sobre la cintura y echándome el pelo hacia atrás mientras quitaba el pestillo y salía del baño.

La luz estaba encendida y había alguien sentado en mi cama con una capucha puesta, enarqué una ceja acercándome a la cama despacio, dicho sujeto se giró y nuestros ojos conectaron en cuestión de segundos haciéndome sonreír levemente, Kath. Me estaba comiendo con los ojos, y al darme cuenta de cómo estaba vestido me apresuré a sacar una sudadera y pasarla por mis brazos, al compás que sacaba un pantalón de chándal y unos bóxers e iba al baño nuevamente para colocármelos, salí minutos después y ahora estaba sentada en el borde de la ventana sonriendo de forma ladeada mirándome.

- ¿Qué haces aquí, Kath? -

- ¿Kath? ¿Es que no puedes diferenciar una mirada de otra o qué? Mira que llegas a ser tedioso. -

- Ah, perdón, Rin entonces. ¿Qué haces aquí? - Pregunté rodando los ojos ante sus niveles de cinismo.

- Bueno, voy al grano que tengo bastantes cuellos que rebanar hoy y piernas que partir. ¿Qué narices hace mi hermana aquí? Y no te hagas el estúpido que sabes de lo que te hablo. - Me miraba directamente a los ojos, no había un destello de que estuviese mintiendo para sacar información.

- ¿Cómo te has enterado? Sí que está aquí, y está co.... -

- Con Tyco, ahórrate cosas que ya sé. -

- ¡Y yo qué narices voy a saber lo que sabes y lo que no! - Grité exasperado. - Mejor dime qué sabes y qué no.

- El que no sabes nada eres tú, al parecer estás muy desubicado. - Rió por lo bajo tapándose la boca con la manga de la sudadera.

- Dios, Rin, eres terriblemente insoportable, ¿lo sabes? - Puse los ojos en blanco suspirando.

- Repito, dime algo que no sepa ya. -

Me llevé las manos al pelo exasperado, dándome la vuelta y quedándome de espaldas a ella, si ella quisiera hacerme algo ya lo hubiese hecho. La pregunta que me hacía era cómo ella sabía que Tyco estaba en su contra.

"Deja de preguntar estupideces tú también, si sabes que lo que hace Rin no lo recuerda Kath, lo que descubra tampoco."

Pasé las manos por mi cara tratando de encontrar algo que se escapaba a mi entendimiento y que me ponía de los nervios porque no me gustaba no entender las cosas, sentí su mano sobre mi hombro girándome para quedar frente a frente nuevamente, ladeó la cabeza sonriendo de nuevo de forma ladeada riendo suavemente. Me contó todo lo que necesitaba saber, le conté yo lo que vi e ideamos un plan para proceder y ahora íbamos a meternos directos en la boca del lobo, quizá había subestimado a Rin porque tenía un encanto bastante oscuro que no tenía Kath y eso también me gustaba mucho porque me hacía entender que quizá lo que tenía no era tan malo, solo era saber cómo usarlo y ella prometió enseñarme. Comenzamos a caminar en dirección al bosque y ella se desvió minutos antes al lago donde estaban las demás, sonreí con levedad bajando la cabeza riendo por lo bien que imitaba a su parte vulnerable y me adentré en el bosque a la espera de que todo lo que tendría que pasar, pasase.

Me enzarcé en una discusión con él cuando estuve seguro de que nadie estaba cerca, menos ella por si tenía que aparecer en cualquier momento. La ira iba apoderándose de mí cuando nos movimos al ver que los demás chicos venían para donde estábamos nosotros y queríamos terminar bien esto, no con ellos metidos de por medio después de todo. Sonreí ampliamente al llegar a la parte donde los descubrí horas atrás y mi sonrisa se amplió más todavía cuando vi que Rin salía de detrás del árbol con una sonrisa muy radiante mirando a Tyco, que enarcaba una ceja no entendiendo qué estaba pasando aquí.

- Ay, Tyco, no te sorprendas. Quizá a Kath le quedaba grande ver lo capullo que eres, pero para mí no, cariño, y te pillé a la primera. - Contestó sonriendo ampliamente mirándolo a los ojos mientras se acercaba a mí.

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Pos ya sabemos qué pasa a continuación JAJAJAJAJAJAJA.

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