Capítulo IX

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20:45 pm.

Gemidos se escuchaban en un ambiente de un hotel, donde roces de piel eran tocados uno con el otro, sus sudores de ambos cuerpos no dejaban de ser pegajosos. El hasebache gemía satisfecho y cabalgaba fuerte encima del contrario.

—S-S-Sev m-m-maaas- añadió con lujuria.

Severus fue rápido sacando y metiendo dentro de su orificio mientras gemía junto a James.

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13:30 una hora más antes

El cirujano se mantenía parado en la entrada de las 3 escoba a las afueras, su rostro se reflejaba arqueando sin querer entrar, pero no tuvo de otra, entro sin haberlo pensado.
Estando dentro de las 3 escobas, observo el lugar acogedor y gentil a pesar por las pocas gentes que había, la mayoría eran anciano que estaban en el restaurante y algunos jóvenes, después de observar, su visión se topó cerca de la ventana donde un castaño con el cabello desordenado estaba sentado. Severus de mala gana camino hiendo en dirección dónde estaba James.

James levantó su mirada notando ver quien se sentó, su rostro quedo sonrojado por el atuendo que llevaba Severus, llevaba un juego de color negro, una camisa negra que le resaltaba, un saco negro y un pantalón vaquero azul oscuro que marcaba aquellas piernas. Todo en él le resaltaba y tan hermoso que es, se veía esplendido.

— Si viniste...— susurró —. Me estaba por rendir de que no vinieras. — argumento James, mirando para otro lado, su rostro quedo aún más rojo de lo que estaba, a pesar que James llevaba una cremallera roja deportiva de su equipo y unos vaqueros de color azul.

Por otro lado Severus entre cerro sus ojos ante el argumento de James, no era su intensión de haber llegado tarde, si James hubiera sido claro en la ubicación del lugar, Severus no tendría problema en perderse, ya que para él no le gusta llegar tarde por mas que sea importante, y esto es la primera vez que llega tarde...

— Perdoname, si me hubieras aclarado el lugar de la ubicación, no me hubiera perdido. — aclaro Severus.

— ¿Que? pero este lugar es muy conocido, nadie se podría perder... A menos...— en ese momento se avergonzó callando se. Ya que Severus no dejaba de mirar con un estupefacto de ironía en su rostro.

— Bueno para tí debe serlo, ya que vienes seguido, sin que tengas ningún obstáculo. En cambio mío, tengo un horario muy ajustado, quiero decir tengo cosas muy importantes que hacer y que no hacer, aparte de no salir mucho.

— que!? Estás bromeando?

— no bromeó.

— en serio!?— exclamó notando fruncir sus cejas a Severus— perdón es solo... Que me sorprendas que no salgas mucho, dime no tienes algún amigo o amiga?

— amigo? He, no. — aclaro Severus, donde vio la mirada apenada de James, Severus de mala gana añadió— si tengo, una, pero no suelo salir mucho con ella, ya que ella tiene cosas que hacer, aparte de la universidad, pero nos contactamos de vez en cuando.

— oh vaya, eso es bueno.

— bueno? — dijo Severus encorvado incógnito.

— bueno quiero decir que es bueno, que tengas por lo menos a alguien con quien puedas conversar...puedas contarle todo... Y eso es bueno....

El castaño quedó ruborizado por la vergüenza ante su torpe palabras, sin más que decir, ambos quedaron un súbito de silenció. De pronto la gerente se asomó para pedir su orden. Ambos hombres leyeron el menú del lugar, Severus leía el menú notando que se trataba de un restaurant - bar, de esta manera noto un acompañante a la bebida que llevaba la mujer rubia, empezó a encorvar con mala gana, pero por otro lado vio a James reflejado una sonrisa de oreja a oreja pidiendo lo de siempre.

Tu Eres Mi DecisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora