Tu Eres Mi Decisión

Capitulo XIII

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La puerta del baño se escuchó rechinar por un ensordecedor mientras salía con delicadeza el joven cirujano. Para sorpresa grata noto ver que el dormitorio donde emanaba el desorden, no se encontraba, Sirius Black.

«¿A donde fue?» pensó curioso que había encorvado una ceja.

Severus que aún estaba de pie fue directo a la puerta que conducía la habitación, con una curiosidad pensando que quizás estaba abajo.

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-Si!- exclamó con un grito de victoria.- Lo hiciste muy bien para tener esos brazos debiluchos de fideos que tienes

- Cariño, no seas duro con el muchacho.- aclaro amablemente una mujer con el cabello de color rosa chillón que lo tenía a un costado como un punck mientras acariciaba por los hombros ancho del hombre.

Sirius sacudía exageradamente el brazo por el dolor riendo con un ligero de sonrisa de haber perdido en la lucha de fuerza.

-Descuida, preciosa, al parecer alguien se a estado ejercitando. - comento para guiñar pícaramente a un hombre bastante grande con espalda y hombros muy ancho teniendo una ropa la de un motociclero, donde soltó una carcajada revelando las gruesas formidable de sus músculos en los brazos.

-Lo notaste! Lo hice por mi bella y hermosa rosita - alardeo para después abrazarla por la cintura y dándole un beso enorme a la mujer. Lo cual Sirius desvío con disgusto para no mirar la imagen que tenía en frente de él.

- Cariño no aquí. - dijo tímida

- Pero cuando quiero hacerte piojito, nunca me corresponde, luego te quejas.

- Ja, ja, ja, no me refiero a eso. Estamos incomodando a nuestro amigo - aclaro para indicar donde Sirius se sentía incomodo y se encogia de hombros.

-Cierto. Hey chico. - llamó, el hombre

-Eh si?

- Toma. - entrego una tarjeta de invitación, para corresponder viendo dos imágenes que salía la pareja de novios.

-Se van a casar!?

-Así es, cariño, ya es tiempo de casarnos, llevamos 8 años juntos, ¿no lo crees?

- Wow. La señora y el señor oso, se van a casar, quien lo iba a pensar. Y vaya que eso es buena noticia. - felicito con una semblante sonrisa a los futuros novios.- Porque no me dijeron que se iban a casar

- Te lo íbamos a decir a principios y queríamos que fueras el primero en saberlo, ya que mi osito insistía que también fueras el padrino de la boda.

-Que!? Enserio? - exclamó sorprendido - ...Y la oferta está en pie...?

Rieron los dos novios.

-Cariño, no estuviste ese día cuando más te necesitábamos, ya que no vienes muy a menudo. Tuvimos que darle a otro, quién es uno de mis primos lejanos. - aclaro con una semblante sonrisa la mujer.

El joven de cabello negro se sintió lo muy decepcionado que estaba, el no haber estado presente.

- Caray... Debí haber venido muy seguido, así no me hubiera perdido de nada.- se regaño- Y cuando se van a casar?

- La siguiente semana que viene.

-Que!? Tan Pronto,?

-Pues si, que creíste chico. De aquí a una semana, ella será mi futura esposa y usará el apellido Smith