Accidente de Amor

CAPITULO 6

MIGUEL

- Hijo necesitamos que viajes a Londres para que puedas reunirte con unos inversionistas y de tal manera expandir nuestro producto.

- De cuerdo papá, pero quien tomará mi puesto en la empresa mientras me ausente?

- No te preocupes hijo, tu hermano se hará cargo.

- Esta bien, mañana mismo viajo.

- Hijo, te vamos a extrañar. Cuidate mucho o sino tu mamá me va hacer picadillo - lo dice de forma burlona.

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Hace días que ya he llegado a Londres y hoy me tengo que reunir con los empresarios a las cinco de la tarde, tengo tiempo para alistarme.

Iré a saludar a una compañera que trabaja por el centro comercial, de paso que me ayude con mi vestimenta. No la he visto desde que se mudó con sus padres aquí a Londres; en la primaria me parecía atractiva y casi pero casi me llego a declarar con ella.

- Estoy cerca, debe de ser esta - me digo a mi mismo mientras entro a la tienda. Estoy guardando el celular cuando choco con alguien.

- Pero qué...! - la veo y es extremadamente hermosa; tiene unos ojos azules como el mar, un cabello castaño claro y semi ondulado, unos labios carnosos ni tan gruesos ni tan delgados y es de tez clara.

- Discúlpame, no fue mi intensión empujarte - me dice mientras se para para ayudarme. 

- Fíjate por donde caminas para la próxima - le digo mientras me pongo de pie, creo que lo dije con voz de enojado.

- De verdad lo siento mucho -me dice apenada.

- Miguel? - volteo y veo a mi compañera de clase, no ha cambiado mucho, sigue siendo hermosa.

- Ariadna?

- Oh Miguel, tiempo sin verte. Ven, hablemos en mi despacho. Zeynep termina de poner las cajas en el almacén y continua con tu trabajo - le indica a la chica con la que tropecé; así que se llama Zeynep, no solo ella es hermosísima sino también lo es su nombre.

Entramos al despacho y me empieza a contar su vida desde que se mudó a aquí y como empezó con su negocio, además que ya tiene pareja y que dentro de algunos meses se va a casar; yo también le cuento lo que fue de mi vida después que se mudó y que me convertí en el Gerente General de la empresa de mi papá, aunque omito algunos sucesos.

Nos la pasamos hablando una hora maso menos, le digo que tengo una reunión urgente y que me ayude con la vestimenta.

- Toma este terno, es del último lote que me acaba de llegar y es de buena calidad - me dice mientras me lo entrega.

- Gracias

- Y toma esta camisa con esta corbata, van a combinar a la perfección.

- Gracias - le digo de manera seria. La verdad es que no soy muy expresivo como antes y puedo ver que lo ha notado.

Me retiro del despacho y cuando me estoy dirigiendo a la salida no puedo evitar mirar de nuevo a Zeynep. La veo y me percato que es tan natural en su forma de expresarse con los clientes, además que no lleva kilos de maquillaje solo un poco de labial y como lo sé?, pues es porque mis hermanas solo se dedican a maquillarse y salir de compras con sus amigas.

Llego al hotel donde me estoy hospedando para arreglarme y salir a la dichosa reunión. Me doy una ducha y prosigo a cambiarme con lo que me recomendó Ariadna, la verdad es que tiene buen gusto.

Estoy en la entrada de la empresa donde se dará la reunión, le digo a la secretaria que si ya va empezar y me dice que si, dentro de unos minutos.

Por fin puedo descansar en paz, en la reunión todo a salido a la perfección, en unos días podremos firmar el contrato con los nuevos inversionistas, mas perfecto no puede ser. Salgo al balcón para poder observar la luna llena, esta muy resplandeciente que me pierdo en su luz y en mis pensamientos; me recuesto en la cama y antes de poder dormir no puedo evitar pensar en ella, en Zeynep, en su belleza y en su forma de ser, tan alegre que hasta derrama ternura por donde pasa.

Me gustaría conocerla, con solo verla estoy seguro que ella no es como las demás con las que he estado, ella es diferente, muy diferente y única diría yo. Con tan solo pensarla, se acelera mi pulso y una sonrisa se dibuja en mi rostro y con ese pensamiento me dispongo a dormir.