Accidente de Amor

CAPITULO 8

El día de hoy se firma el contrato con los inversionistas de Londres. Hasta que por fin llegó el día, ya después recorreré la ciudad y ver si hay un bar.

Llego a la empresa de nuestro inversionista, ojalá esto sea rápido porque de verdad quiero pasear por la ciudad. Termino de leer el contrato y los beneficios a nuestra empresa y por fin firmo el dichoso contrato, la verdad no me emociona mucho, a quien de verdad le va alegrar la noticia es a mi papá.

Salgo de la empresa, me dirijo a la ciudad a pasear un rato. Llevo caminando creo una hora y sin querer llegué al centro comercial donde trabaja Ariadna, inconscientemente entro. Ahora que recuerdo no le pagué por el terno del otro día.

- Hola, se encuentra Ariadna?  - le pregunto a Zeynep, si todavía me acuerdo su nombre.

- Si esta en su despacho - me dice con una voz muy dulce.

- Gracias.

Entro a su despacho y empezamos a hablar, le pago por el terno y me dispongo a salir. En eso veo a Zeynep hablando por teléfono.

- Si, salgo temprano, no te preocupes, llegaré a tiempo... si ya entendí, besos, bay - y cuelga.

Ahora lo entiendo, ella ya tiene a alguien. No sé porque me siento triste, aggg odio sentirme así, es mejor marcharme y no volver por aquí.

En eso recibo una llamada de mi hermano.

- Hola hermanito, adivina donde me encuentro.

- Pues no soy adivino.

- Hay que aguafiestas que eres, pues estoy en Londres... Ahh alucina, te estoy observando - volteo a todos los lados y lo encuentro. Me saluda y cuelga la llamada, me acerco a él.

- Y tu que haces aquí? y la empresa?

- Pues vine a ver como estaba mi hermanito y por la empresa no te preocupes, papá se esta haciendo cargo, claro solo por unos días.

- Que insensato que eres, cómo le puedes dejar a papá todo el trabajo - le digo un poco molesto.

- Por si acaso, la idea no fue mía sino de mamá.

- Bueno, está bien supongo.

- Si como digas, a lo que venia, te invito a una pachanga. Justo un amigo mío tiene un bar por aquí y me dijo que hoy habrá descuento, vamos, qué dices?

- No vas a dejar de insistir, verdad?

- Pues ya me conoces.

Yo solo asiento la cabeza en respuesta. Me dirijo a mi hotel para cambiarme por algo más cómodo y poder despejar mi mente.

Ya en el bar veo que hay mucha gente, no me imaginé que estaría tan lleno, en fin yo solo vine a divertirme con mi hermanito problemas, hablando de él, donde está? es un idiota me dejo solo otra vez. En eso me fijo en la entrada y veo a alguien que se me hace familiar, es Zeynep!!! y está acompañada de un chico al parecer casi de su edad!!! debe ser su enamorado.

Y yo que vine a disfrutar y pasarla bien, que desgracia la mía.

De un momento a otro veo que se apagan las luces por un momento y luego se vuelven a prender. En el centro de la pista de baile hay una chica parada. Se presenta y dirige unas palabras a su enamorado al parecer y empieza a cantar. A decir verdad, canta muy bien y la canción tiene un significado hermoso.

Termina de cantar y el acompañante de Zeynep se le lanza a la chica y se abrazan. Al parecer, él es la pareja de la chica que cantó, y yo haciéndome ideas raras. Algo dentro mío siente alivio pero la otra no, no entiendo porque me siento así.

El resto de la noche me dispongo a beber, bailar con una que otra chica y mirar a Zeynep; yo no soy así, que me está pasando. Me dirijo a la barra para pedir más licor y en eso choco con alguien haciendo caer mi bebida.

- Discúlpeme, no fue mi intensión.

- Vaya vaya, mira con quien nos encontramos.

- Tú?! aggg que mala suerte tengo - lo dice en un susurro casi audible.

- Mira no quiero problemas, te compro de nuevo tu bebida y asunto resuelto, que te parece?

- Pues no, no me parece, además comprando otra bebida no vas a resolver nada - pero qué cosas estoy diciendo, creo que el alcohol ya se me subió a la cabeza.

- Sabes qué?, allá tu si quieres o no, solo estoy tratando de ser amable y enmendar mi error - se va molesta. Aggg porqué le dije eso? ahora el molesto soy yo.

Me retiro del bar hecho una furia, esa no debió de ser mi actitud, maldito licor! es mejor volver al hotel, darme una ducha bien fría, descansar y olvidarme de ella porque nunca más la volveré a ver. Mañana mismo vuelvo a Italia.