CAPITULO 11

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MIGUEL

Ya no puedo estar mas tiempo en este lugar, hoy mismo me voy a casa. Ya no tengo nada que hacer aquí, el contrato ya se firmó así que mi trabajo ya terminó.

Me encuentro en el hotel empacando todo para irme, mi vuelo sale en 3 horas así que tengo tiempo para empacar y comer algo.

- Hijo cómo estas? - recibo una llamada mi padre.

- Bien gracias, mas bien ya estoy volviendo a casa. Ya terminé de firmar el contrato así que regreso hoy mismo. Todo bien por allá?

- Hijo tenemos un problema. Tu tío nos acaba de llamar diciendo que no deberías de estar como Gerente General de la empresa.

- Y eso porqué? Acaso quiere otra vez quitarnos la empresa?

- Según el testamento que dejo tu abuelo, para que seas Gerente General tienes que estar casado y de esa forma asegurar que tendrás descendencia cuando tomes el control de la empresa. Como no lo estas, no eres más Gerente General y tu cargo pasará a tu tío.

- Pero qué...!!!! Que se ha creído!!! No te preocupes papá yo lo resolveré, veré que puedo hacer, me quedaré una semana más aquí en Londres.

- De acuerdo hijo, nosotros también pensaremos en algo, cuídate mucho hijo.

- No te preocupes, más bien ustedes cuídense. Bay.

Ahora que haré? no puedo creerlo, justo cuando no puedo estar mas molesto. Me siento furioso! Saldré a dar una vuelta, si sigo aquí voy a romper todo.

Ya se ha hecho de noche, no sé cuanto tiempo llevo dando vueltas. Ya son las 7 de la noche, será mejor volver al hotel además ha empezado a llover, por lo menos ya se me fue la ira aunque no sé que haré.

Me dirijo al hotel a gran velocidad, un poco más de la adecuada; lo bueno es que las calles no están tan transitadas. Justo cuando voy a pasar el semáforo una persona va a cruzar, Santa Madre! Casi la atropello, felizmente frené a tiempo, voy a ver cómo está.

- Discúlpeme, se encuentra bien? - pregunto a la persona que se encuentra tirada en el suelo.

- Disculpe mi imprudencia, yo... yo estoy bien - esa voz yo la conozco de algún lado.

- Zeynep, eres tú? - pregunto cuando estoy frente a ella. Se para, me abraza y rompe en llanto. Me sorprendo por lo que acaba de hacer.

- Por favor llévame al campus de mi Universidad - me dice sollozando.

- De acuerdo, sube al carro.

Mientras voy manejando, ella me indica por donde ir. Una vez llegamos, ella se baja y abre la puerta de su cuarto de estancia; me quedo parado en la puerta de su cuarto.

- Disculpa mi imprudencia y muchas gracias por tu ayuda, lamento causarte problemas.

- No te preocupes, no te sentías bien y a la próxima ten más cuidado.

- Puedes pasar si quieres y puedo preparar algo de té para que no te resfríes.

- Muchas gracias.

Entro y me fijo que todo es tan ordenado y limpio, me siento en el sofá de su mini sala y le empiezo a preguntar porque esta así. Está indecisa si decirme o no, la entiendo, no es fácil confiar en las personas que a duras penas conoces, no la voy a forzar.

Me entrega mi taza de té de manzanilla y se sienta al frente de mí y me cuenta lo que le pasa. No me lo creo, tiene problemas familiares y necesita pagar al banco, me apeno por ella, me gustaría ayudarla de alguna manera.

Un segundo. Ya sé! Ella necesita dinero, yo necesito encontrar a alguien para casarme y ella no es mala persona.

- Zeynep te propongo algo, se que va a sonar descabellado pero es una solución que se me acaba de ocurrir.

- Si dime, cual es tu idea.

- Cásate conmigo y te daré el dinero que necesites.

- Estás loco? Como me voy a casar contigo, en qué cabeza - suena un poco molesta y confusa.

Le cuento el problema que tengo y el porqué le dije que se casara conmigo, la verdad es que me comprendió por completo. Como me lo imaginé, ella es muy comprensiva.

- Mira, sé que suena descabellado pero es la única forma en como podemos resolver nuestros problemas, ayudándonos mutuamente. Si te casas conmigo, tu podrás ayudar a tus padres con la deuda, es más, puedo ayudarte con tu universidad y yo podré salvar la empresa de mi familia y evitar que el tirano de mi tío se apropie de todo. Si quieres hacemos un contrato con un notario por si quieres asegurarte. Tómate tu tiempo, ten es mi tarjeta, me llamas y me avisas.

Me paro y me dirijo a la puerta, la lluvia ya ha parado. Justo cuando me dirijo a mi carro ella me detiene .

- Espera, no es necesario pensarlo, ya tomé una decisión - toma aire y dice - Acepto casarme contigo y el contrato frente a un notario.

- Ni lo dudes, cumplo con lo que prometo. Mañana nos encontramos para coordinar. Ahh lo olvidaba, discúlpame por lo que te dije en el bar, estaba ebrio.

- Ni lo menciones, se te notaba, además ya quedo en el pasado. Mañana nos vemos para hablar.

Me acomodo en el carro y me dispongo a manejar. Ahora tengo que pensar lo que le diré a mi familia, no puedo sacar una esposa de la nada; tengo que mover mis fichas.

Accidente de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora