Accidente de Amor

CAPITULO 19

Hace unas semanas que empezaron con los ataques de Fiorella, pero hace unos días que no ha ocurrido nada; la verdad me da miedo lo que pueda que estar tramando y sospecho que no es nada bueno.

- Cariño no podré recogerte hoy, tengo una reunión muy importante con unos nuevos inversionistas árabes.

- No hay problema, puedo ir sola a la casa; además tengo guardaespaldas, no pasará nada.

- Cuídate, si? Te quiero un montón.

- Yo igual - nos besamos, me bajo del carro y me dirijo a mi salón.

Voy a trabajar como siempre, solo que siento que alguien me observa y me sigue, tal vez sea mi guardaespaldas.

- Hola Ari que tal tu aniversario, ahora si me dirás cual era la sorpresa?

- Perfecto, le gusto mi sorpresa, la verdad que no pensé que reaccionaria así.

- Y que o cual es - le pregunto emocionada.

- Pues que ESTOY EMBARAZADA!

- Noooo, que emoción! Felicidades a los dos.

- Gracias... y ya que sabes, ponte a trabajar que sino no te pago este mes.

- Hay que aguafiestas, pero ya, en serio muchas felicidades.

Me pongo a trabajar y cuando termino me despido de Ariadna y me dirijo al estacionamiento con mi guardaespaldas, él es el que maneja. Me abre la puerta y justo cuando se va a dirigir al asiento del piloto alguien le golpea en la cabeza, el sujeto se sube y me tapa con un pañuelo, trato de no perder la razón pero es inútil.

Me despierto y abro poco a poco los ojos, veo que me tienen en un cuarto oscuro con pocas luces, estoy recostada en una cama desgastada, trato de reconocer el lugar y ver por dónde puedo salir pero nada, solo una puerta de donde alguien entra.

- Vaya vaya, pero mira a quien tenemos aquí, la desabrida vendedora - cuando la tengo cerca me doy cuenta que es Fiorella, no le voy a mostrar mi miedo, no a ella.

- Mira quien habla, la chica agujas plástica por todos los lados, que, me vas a decir que cirugías te piensas hacer porque la verdad no me interesa - la miro a los ojos desafiante.

- A mi no me hablas así mosquita muerta, por ti no puedo regresar con Miguel, pero ahora que estas aquí nadie impedirá que esté con él y que su fortuna sea mía!! - me estampa una cachetada y habla alterada.

- Miguel no lo va a permitir, él me va a buscar cuando se entere ya lo verás - una lágrima amenaza con salir pero la detengo.

- Si ya se enteró, y sí te va a encontrar pero... no viva - se dirige a la puerta contoneando sus caderas y lo cierra después de salir.

No se cuánto tiempo llevo aquí y cuanto permaneceré encerrada, por favor Miguel encuéntrame lo más rápido que puedas, trato de buscar una salida o algo que pueda ayudarme a salir pero nada, no encuentro ni una aguja.

Después de unas horas alguien entra y es un hombre, me asusto y me apego más a la pared.

- Come, la jefa no quiere que te mueras antes que ella lo haga - me tira un plato de comida con un vaso de agua.

- Cuanto tiempo me tendrán aquí encerrada.

- Hasta que tu noviecito deje de buscarte o hasta que te maten - sale tras decir eso.

Me dispongo a tomar el agua y probar unos bocados de la comida insípida que me han dado, ahora que recuerdo Miguel me dio un broche que se parece a un botón y me dijo que era un GPS y que lo use para cualquier emergencia.

Lo busco entre los bolsillos de mi pantalón y nada, entre mi casaca y nada, trato de recordar donde lo puse y es en mi polo donde lo encuentro; siempre lo ocultaba en un lugar donde no se vea y que no se caiga. Agradezco de no haberlo puesto en mi mochila, presiono en el botoncito del medio para que se active y empieza a parpadear, lo oculto en mi brasier para que no se note la lucecita y me coloco otra vez mi chompa.

Espero que con eso Miguel me encuentre, no quiero que le pase nada malo por mi culpa, trato de mantener la calma; no tengo noción de cuánto tiempo a transcurrido que escucho golpes en la parte de arriba, alguien entra y me amenaza con una pistola. Trato de defenderme como pueda, pero recibo un golpe en la cabeza y escucho un disparo, empiezo a cerrar los ojos y me sumerjo en la total oscuridad.