Accidente de Amor

CAPITULO 23

Cuando vives del momento y más con la persona que amas, todo te es irrelevante. Los cinco meses que han pasado se han ido como bala, Patrick termina este año su carrera, Julia ya está trabajando en una empresa muy prestigiosa, mis amigas Shirley y Kamila están trabajando igualmente hasta dijeron que empezarían con un nuevo negocio, Tamara y Kassandra no se quedan atrás, ellas son un caso total, están empezando con su nuevo negocio en diseño de modas y les está llendo sensacional, Fabián está ayudando en la empresa de mi suegro. Mi hermano ya ingresó a la Universidad y mi hermana vive feliz con su familia en Canadá, si, ya se establecieron y mis padres siguen trabajando aunque les he dicho que ya deben de jubilarse. Y pues yo también empecé a trabajar aunque Miguel se negó rotundamente, pero le expliqué que quería ser independiente y lo comprendió.

Hoy amanecí muy feliz y más por una personita, Esther me ayudará a prepararle una sorpresa a Miguel, ella también sabe el motivo y pues si, somos cómplices. Hoy llegará algo tarde así que tenemos tiempo suficiente para arreglar todo, lo haremos en el patio de la casa, es grande y cómoda para una cena a la luz de la luna.

- Nefi, mi amor, ya llegué, donde estás? - grita al ver las luces apagadas.

- Cariño estoy en el patio, ven.

- DIOS!!! No me digas que olvidé nuestro aniversario, es tu cumpleaños? Espera, todavía falta para eso - lo dice asombrado pero preocupado por la sorpresa.

- No tranquilo, no es nada de eso, es solo que quería sorprenderte.

- Hay que alivio, casi me da un infarto. Y pues a que se debe todo esto.

- Pues te tengo una noticia... peeero primero comamos que se va a enfriar, además no quiero que se desperdicie los esfuerzos.

Nos sentamos y empezamos a comer, platicábamos sobre lo que hicimos en el día y cosas triviales; fue una noche muy amena, espero que tome bien la noticia que le daré.

- Cariño, mira te compré algo, espero te guste - le extiendo una caja, le compré una chompa con un corazón en el centro con un padre agarrando a un bebé.

- Está muy linda amor gracias - parece que no entendió, pero al desdoblarla se cae algo, lo recoge y se percata que es una prueba de embarazo, marca POSITIVO. Me mira con asombro y al parecer no puede hablar que hasta tartamudea - Es... estás segura de...

- Si amor, hace días que me sentía mareada y vomitaba después de cada comida, así que me hice una prueba y pues, ahí lo tienes - se acerca y me empieza a dar vueltas.

- Gracias, gracias, mil gracias, me hiciste la persona más feliz del mundo mundial. Espera espera, estás bien, no te lastimé? - me dice preocupado y me baja.

- Tranquilo estoy perfecta, estamos perfectos. Mañana si quieres vamos al médico para que me revise y me dé las recomendaciones respectivas.

- Por supuesto, voy a estar al pendiente de los dos, no quiero perderme ninguna etapa.

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En ese entonces tenía dos meses de gestación y pues ahora estoy echa una pelota, dentro de pocos días nacerá nuestros hijos, si hijos, mellizos. Nuestras familias se enteraron de mi embarazo y pues, que puedo decir, se emocionaron, dieron un grito al cielo, hasta casi asaltan una tienda de ropas de bebés. Miguel pasa todo el tiempo conmigo estos últimos meses, parece un chicle, pero un chicle histérico, le da miedo algunas cosas y lo comprendo, estoy en las mismas o peores incluso.

- Auch, tranquilos que mami está tratando de leer.

- Cielo, la comida está lista.

- Ya voy. Ay eso dolió - desde que desayunamos he estado sintiendo dolores, no le digo a Miguel porque me lleva al hospital como la última vez, solo fue cuando sentí una fuerte patada y nada más, nada del otro mundo.

- Mi vida, te encuentras bien? te veo pálida.

- Si estoy bien, bueno y que es lo que mi chef personal me preparó?

- Les va a encantar, mi especialidad, risotto, buon appetite.

Comimos y sin duda estaba exquisito, vimos una película y luego nos fuimos a dormir. Me levanto para ir al baño y en eso siento un líquido en mis pies, rompí fuente. Despierto a Miguel y nos dirigimos al hospital, días antes pusimos la maleta en la cajuela para así no perder tiempo y vaya que sirvió. Llegamos y Miguel me carga gritando.

- Doctooor, ayuden a mi esposa - se acerca una enfermera con una silla de ruedas y un doctor.

- Bien la trataremos y prepararemos para el labor de parto.

Me llevan a una habitación y me empiezan a poner una bata, me llevan a otra sala y hacen entrar a Miguel también cambiado. La verdad es que estoy que muero de dolor, es un dolor lindo porque tendré a mis hijos en mis brazos pero, doloroso porque duele hasta el alma!

- Muy bien, empezaremos, cuando te diga que pujes, pujas. 1, 2, 3... puja!

Empiezo a pujar con todas mis fuerzas, Miguel está sosteniendo mi mano dándome fuerzas, me alegra que esté a mi lado, me siento segura. Hasta que escucho un llanto, mis ojos se llenan de lágrimas y las de él también, otra vez pujo y después de varios minutos otro llanto.

- Amor gracias por este regalo hermoso, mira nuestros hijos.

- Gracias a ti por ser parte de mi vida.

Nos besamos dulcemente, me llevan a una habitación donde me entregan a mis bebés, Miguel carga a mi Emma y yo cargo a mi Alexis, mis amores. Más feliz no puedo estar, ahora tengo a mi familia, una muy hermosa, un esposo muy lindo no solo por fuera, sino también por dentro, unos hijos bellísimos y sobre todo unos padres que me adoran.

- Te amo y no sabes cuanto.

- Yo también te amo, mucho muchote.