❝𝗡𝗘𝗜𝗚𝗛𝗕𝗢𝗨𝗥❞ DREW STARKEY ©

19. sonrisas

A LA MAÑANA SIGUIENTE, en cuanto vi las miles de notificaciones en mi pantalla de inicio, no pude evitar congelarme en mi lugar, entre sorprendida y feliz. Mi fotografía se había vuelto viral en sólo una noche, y ahora miles de personas estaban halagando mi trabajo.

Muchos comentarios positivos, me gustas y compartidos ayudaban a promocionar aún más mi obra y yo solo podía mirar la pantalla con una enorme sonrisa en el rostro. Hasta me había olvidado por unos momentos de Drew y lo mal que me sentí el día anterior por verlo tan cariñoso con esa chica.

Entonces ese nombre resonó en mi mente. Drew. Seguro le encantaría saber que tiene de vecina a una famosa estrella internacional del arte. Bueno, no tanto pero casi. Por lo que apenas me lavé la cara y los dientes para después salir en su búsqueda.

Llegué frente a su puerta y comencé a tocarla ansiosa. Fácilmente le podría haber enviado un mensaje, pero siendo sincera quería verlo después de días sin tener algún contacto directo con él. Apenas noté que ni me había quitado el pijama con la cara de Bob Marley en mi abdomen.

Esperé pacientemente hasta que la puerta se abrió, y por ella vi el rostro adormilado de Drew que se iluminó al verme tan sonriente.

─Lucy?─

─adivina qué? Soy famosa!─ exclamé, rebuscando mi teléfono entre los bolsillos de mis pantalones.

─qué?─

─¡mira, mira!─ le mostré la publicación y los creciente me gustas y compartidos debajo de esta. Drew abrió sus ojos sorprendido y tomó el teléfono sonriente.

─lo ves, ojitos? Te dije que lo que hacías era maravilloso!─ incluso se veía tan emocionado como yo. Me tomó por sorpresa en cuanto me atrajo a sus brazos con fuerza, levantándome unos centímetros del suelo mientras me sacudía con ligereza.

Ambos reímos ante el chillido que solté por la sorpresa y unos segundos después me dejó el tierra firme una vez más. Nos miramos a los ojos por unos instantes, con pequeñas sonrisas felices llenando nuestras caras y me perdí en el azul de si mirada hasta que una duda me llenó de repente.

─qué haces despierto tan temprano?─ inquirí confundida, recordando que una de las mayores características de Drew era su don para dormir hasta tarde.

─ya sabes, el desayuno es la comida más importante del día. Quieres pasar?─ preguntó, haciéndose a un lado. No dudé en asentir, mi estómago comenzaba a gruñir por el vacío en él y el aroma que escapaba del interior de su apartamento era muy llamativo.

Ingresé sin pensarlo demasiado, observándolo y notando que llevaba un pijama cómodo que consistía en una camiseta y sus pantalones. Me eché sobre el sofá con total confianza, como si se tratara de mi propio apartamento, y el rió al verme suspirar dramáticamente.

─el peso de la fama está matando mis hombros─ me lamenté, poniendo el dorso de mi mano contra mi frente.

De repente la puerta de la habitación se abrió, y me incorporé lo más rápido posible ante el susto. Por allí apareció la misma Morena del día anterior, estirando sus brazos hacia arriba mientras cerraba los ojos y bostezaba.