36. compras

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MI MANO ESTABA UNIDA A LA DE DREW MIENTRAS RECORRÍAMOS los pasillos de la tienda

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MI MANO ESTABA UNIDA A LA DE DREW MIENTRAS RECORRÍAMOS los pasillos de la tienda. Un enorme local lleno de ropa esperaba por nosotros. Tal y como se lo había prometido el día de la mudanza Drew no se libraría de ir de compras conmigo, sobretodo porque quería aprovechar cada momento libre a su lado.

Drew no se veía demasiado contento con la idea de entrar y salir del cambiador tras cada nueva prenda que le daba para probarse, sin embargo no se quejaba, supongo que por lástima a mi expresión tan animada.

─es necesaria tanta ropa? No es como si saliera mucho de todas formas─ se quejó cuando dejé dos perchas más dentro del cambiador.

─en realidad de los dos eres el que más sale y el que menos ropa tiene─ sonreí al verlo bufar mientras terminaba de abrochar los botones de una camisa negra que se adhería perfectamente a su abdomen y remarcaba sus fuertes brazos. ─Debes llenar el armario completo una vez que me vaya y al paso que vas no llenarás ni la mitad─

─si dejaras que me fuera contigo no habría de tener un armario para mi solo─ contraatacó, luchando con uno de los botones. Suspiré con algo de tristeza, porque sabia que al momento de la partida ambos sufriremos, y acabé con los escasos centímetros que nos separaban en el minúsculo cambiador. Reemplacé suavemente sus manos por las mías, encargandome de cerrar los botones que faltaban y notando que se hallaba cabizbajo.

─Drew, ya hablamos de esto─ acabé con los botones y arreglé el cuello de su camisa, subiendo un poco mis manos y dejándolas en sus mejillas. Levanté su rostro, logrando que nuestras miradas se conecten, y me dolió notar la tristeza en su mirada, sobretodo porque sabia que yo era la causante ─sólo hago lo mejor para ti─

─estar contigo es lo mejor para mi, Lucy─

No quería tener esa conversación otra vez, no después de días evitando el tema por el bien de ambos. Lo atraje hacia mi, abrazándolo, y acaricié su espalda de arriba a abajo, queriendo hacerle entender que el tema estaba zanjado. 

Me separé de él y lo tomé de los hombros, sonriéndole mientras lo miraba de arriba a abajo. Aquella camisa negra a juego con unos pantalones del mismo color me trajeron el recuerdo de nuestra primera cita, donde vestía prendas similares. Me mordí el labio inferior por inercia, porque Drew realmente se veía bien y, al ver mi gesto, él sonrió por fin.

─veo que te gustan las vistas─ se burló, acercándose unos pasos a mi y acorralandome contra la pared del cambiador. Mi pecho se infló con nervios, sabiendo que el aroma de su perfume no tardaría en hacerme caer.

─si, te queda bien. Iré a buscar una camiseta playera que vi en el exhibidor y─ por los nervios quise escapar, pero con una de sus mano tomó mi rostro y se apresuró a chocar sus labios con los míos.

Al principio quise contenerme de caer en sus suaves y adictivos labios por el simple hecho de que estábamos en el cambiador de una tienda, pero cuando su lengua cubrió mi labio inferior ya no pude soportarlo más y le correspondí el beso lo mejor posible.

❝𝗡𝗘𝗜𝗚𝗛𝗕𝗢𝗨𝗥❞  DREW STARKEY ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora