3. pintura

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ME HALLABA FRENTE AL ESPEJO DE MI TOCADOR, colocándome un poco de perfume a los lados de mi cuello mientras esperaba pacientemente a que mi nuevo vecino esté listo para irnos

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ME HALLABA FRENTE AL ESPEJO DE MI TOCADOR, colocándome un poco de perfume a los lados de mi cuello mientras esperaba pacientemente a que mi nuevo vecino esté listo para irnos.

Luego de nuestra larga charla la otra noche, conociéndonos, llegamos al acuerdo de que hoy seria un día genial para comenzar con aquel camino de cambios del que él habla. Entonces, hoy, visitaríamos toda una tienda de pinturas para elegir el color ideal para mis paredes.

Me sorprendía bastante la rapidez con la que tomamos confianza el uno del otro, o bueno algo así, porque yo normalmente tardaba un poco más en abrirme a las personas y acceder a planear algún paseo o reunión.

Quizá por eso no tengo amigos.

Sin embargo, esta vez se sentía diferente, como si una parte de mi supiera que Drew era de fiar y prefería pensar que sí, porque de otra forma acabaría cerrándome y huyendo de él. Ya tenía experiencia en eso.

Unos toques en la puerta me desconcentraron, y me apresuré a caminar hacia la puerta, no sin antes arreglarme una última vez en el espejo. Verán, son pocas las veces que salgo de mi apartamento para algo que no sea la universidad o ir al mercado, y cabe destacar que siempre visito esos lugares con prendas que no denotan esmero de mi parte.

Ahora tenía que aprovechar a usar toda la ropa decente en mi armario de una vez por todas.

─hola!─

─lista para darle color a tu vida?─ preguntó en saludo. Sus ojos me escanearon de arriba a abajo y casi tuve el impulso de tirar de la falda de mi vestido floreado.

─creo que lo que necesito en este momento es quitarle un poco de color a mi vida─ señalé la pared rojo chillón detrás de mi y sus comisuras se elevaron.

─claro. Por cierto, te ves bien─ dijo, sus ojos sobre mi comenzaban a hacerme sentir pequeña. Sonreí con nerviosismo y evité mirarlo mientras cerraba la puerta con llave. Qué se respondía a un halago?

─bueno, al menos no van a confundirme con un vagabundo por la calle─ Okay, sin duda esa no es forma de responder a un halago. Él rió detrás de mi y pronto emprendimos camino fuera del edificio.

─ya pensaste algún color en particular?─ preguntó, guiándome hacia el exterior.

─estaba pensando en algún beige o gris quizá...woah, para, qué estás haciendo?─ abrí mis ojos como platos al verlo subir a una motocicleta roja, tomando entre sus manos un casco negro. Me miró con una ceja arqueada.

─qué?─ se lo veía realmente confundido, hasta que una lamparilla pareció prenderse en su cabeza y su expresión cambió a una de burla ─te gusta mi motocicleta?─

─si, se ve linda ahí, pero se ve mejor dentro de un garaje─ me crucé de brazos, mordisqueando mi labio inferior.

─ojitos, no me digas que te asustan las motocicletas─

❝𝗡𝗘𝗜𝗚𝗛𝗕𝗢𝗨𝗥❞  DREW STARKEY ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora