I thought of angels

Just that...

Quise cubrirme con la otra mano, esperando el golpe, dos… tres… cuatro segundos nada, ¿Por qué mi victimario se tardaba tanto?, baje lentamente mi brazo notando que alguien le sostenía la mano, abrí bien los ojos para ver quién era mi ahora… salvador.

-Vamos suéltala-

Estaba segura que conocía esa voz.

-Tú no te metas, ya te lo hemos dicho-

-Ustedes son solo una runfla de imbéciles e inútiles que solo saben meterse en problemas-

Así era, esa voz, la conocía bastante bien, pero ya estaba tardando y el otro chico no me soltaba así que reaccioné dándole una patada en la entrepierna.

-¡Eso es por ser un poco hombre!-

Le grité mientras se retorcía de dolor en el piso.

-¿Eres acaso tonta?-

Volteó Pete a verme molesto.

-Pues te estabas tardando un poquito ¿Eh? Gracias por la ayuda  pero ya era demasiada charla-

-Si no hubiera llegado a tiempo estarías frita niña torpe-

-¡Ya te di las gracias ¡ ¿Qué más quieres?-

Empezábamos a discutir y me había olvidado por completo de Alex cuando sentí un leve tirón en la blusa.

-¡¿Qué!?-

Respondí bruscamente notando que era mi hermanito.

-Perdón corazón, ya vamos a casa que es tarde y nos regañaran-

-S…Si pero… Anette  ¿Quién es él?-

-Alguien de la escuela que es bastante… bueno nos ayudó y ya. Ahora debemos irnos no queremos volver a ver a estos patanes-

-Está bien-

Tome su mano, vi a Pete seriamente haciéndole una seña de agradecimiento por lo que había hecho y empecé a caminar en dirección al subterráneo.

-O…Oye-

Oh por deus, era la primera vez que escuchaba tartamudear a aquel chico rudo, giré un poco la cabeza volteando a verlo inexpresivamente.

-¿Si?-

-Bueno yo... este...-

El chico seguía tartamudeando y carraspeó un poco.

-Yo los acompaño, para estar seguro de que no se topen de nuevo con la bolita de este-

Me sorprendió su reacción, no esperaba más, pero me alegraba un poco en el interior.

-No es necesario gracias-

-Nada de no es necesario ¿Si?-

-¿Disculpa?-

-Los voy a encaminar y punto final-

-Si tú quieres, bueno-

Casi todo el camino nos la pasamos en silencio o yo cuchicheando de cualquier cosa con Alex, al llegar volteamos a verlo para despedirnos.

-Gracias-

Le dije tranquilamente, tenía que decir algo al respecto ¿No?, pues eso sería lo único que mi dignidad me dejaría decir.

-No hay de que, es bueno que estés… digo estén bien-

Sonrió de una forma que  no había visto antes y despeinó a mi hermanito, que lo miró sin saber cómo reaccionar.

-Bueno, gracias otra vez y adiós-

Escuche que el chico gritó mi nombre pero entramos a la estación, no podía dejar de pensar en la regañina que me darían en casa.