CAPÍTULO 6

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España, 10 de junio de 2015.

Las siete y media de la mañana. Llevaba despierta desde hace media hora y no me podía dormir. No hacía más que dar vueltas, vueltas y vueltas y nada hasta que al final decidí levantarme para ir a clase aunque seguramente no iba a haber mucha gente.

Hice lo de todas las mañanas, desayunar, peinarme, vestirme... Y luego monté en el coche. Cada día el camino para ir al instituto se me hacía más largo. Encendí la radio y no se escuchaba la cadena de música que siempre estaba puesta así decidí buscar otra.

- No lo intentes, la radio no funciona -me dijo mi padre antes de hacer el intento de cambiar de frecuencia-.

- ¿¡Cómo que no funciona!? -le contesté de mala manera-.

- Debe ser cosa de las frecuencias porque ayer revisé la radio y no estaba estropeada.

No le respondí y decidí matar el tiempo mirando por la ventanilla. Me di cuenta de que el amanecer era asombroso debido al eclipse que había, el color del sol se reflejaba en la luna que destacaba en un cielo totalmente negro.

Al final llegué al instituto y me despedí de mi padre. No había nadie fuera y pensaba que llegaba tarde pero miré el reloj y todavía faltaban unos tres minutos para que tocase el timbre. A los pocos segundos giré la cabeza para ver por dónde iba mi padre pero no estaba, era como si se hubiera vuelto invisible.

Entré al instituto, no había nadie en los pasillos y tampoco se oía nada. No sabía que pensar de esta situación así que decidí ir medio corriendo a mi clase. Cuando entre vi que había gente tirada en el suelo como si estuvieran muertos. Estaba tan impactada que decidí ir a ver una compañera para ver si reaccionaba. La miré y físicamente no estaba herida y aún respiraba. Esto lo repetí con todos mis compañeros que estaban tumbados en esas baldosas viejas.

De repente entró Sergio en clase.

- Nayara nos tenemos que ir de aquí ya -me dijo mientras me agarraba fuertemente del brazo-.

- Pero... ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? -le pregunté conmovida-.

Todas esas preguntas fueron contestadas cuando entró una cosa a mi clase, digo que era una cosa porque no estaba segura de que fuera una persona porque iba totalmente cubierta. Nos intentó atacar e incluso inyectarnos algo que estaba casi segura que era un somnífero.

Corrimos por los pasillos y nos metimos el despacho del director donde le conseguimos perder de vista. Al final decidimos salir de allí y nos fuimos corriendo del instituto.

- ¿A dónde vamos? -le pregunté con miedo-.

- A tu casa, tenemos que hacer la maleta para irnos de aquí-.

Me limité a hacerle caso. Llegamos a mi casa, no había nadie cuando a esas horas mi madre siempre estaba desayunando. Subí corriendo a la habitación de mis padres, saqué la maleta debajo de su cama, cogí toda la ropa que puede y muchas cosas personales.

Después fuimos corriendo a casa de Sergio, nos llevó más tiempo de lo normal porque la maleta pesaba demasiado.

Me dijo que le esperase en la cochera. Lo hice sin ningún reproche. Estaba tardando demasiado pero cuando le vi lo comprendí, llevaba dos maletas gigantes y una de ellas estaba llena de armas y munición.

- ¿¡A dónde vas con todo eso!? -le dije gritando-.

- Por si lo necesitamos, dame las maletas que las tengo que guardar -me contestó seriamente.-

Lo hice y las metió en el maletero de un coche verde oscuro y viejo que había en garaje. No entendía que quería hacer, o no lo quería creer.

- Móntate en el coche.

- No pienso hacerlo.

- ¡Que te montes en el puto coche! -me gritó-.

Nunca le había visto así, cuando me respondió de esa manera me entró un escalofrío que me obligó a obedecerle.

Me senté en el asiento del copiloto y mientras él acababa de guardar el equipaje observé al milímetro el coche. Parecía que era nuevo, a pesar de ser un modelo antiguo, tenía un tapizado negro con detalles en color plata y los asientos iban a juego.

Giré la cabeza cuando le vi entrar.

- Bueno, nos vamos.

- ¿Pero sabes conducir?

- Soy bastante bueno en los videojuegos de coches, si eso te vale... -me dijo con ironía-.

- Vámonos.

FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora