➭𝑩𝒍𝒐𝒐𝒎ೃೀ ◌¨̮͚ 『ɪɴᴏᴀᴏɪ』

᥀───🍰ٜᩦ୭ Nueve ꒰───🍰·ٜ۬･

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Capítulo 9

Bloom: Es egoísmo, tal vez mala suerte
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Cuando tomó su muñeca en medio de la oscuridad, tiró de ella hacia la cama, para que se uniera a él de una vez y dejaran de jugar al gato y al ratón. Usualmente le gustaba su insistente coqueteo y le había gustado que ella también participara en ello, pero su paciencia tenía un límite y ya había tocado fondo con Aoi. Toda ella era suave, fresca, con energía y en general, lo que había estado imaginando desde el principio. Se sentía como imaginaba, era simplemente magico, ella decía su nombre de la misma manera en que había deseado que lo dijera desde la vez que la escuchó con su novio.

Fue entonces que Inosuke recordó que ese sujeto existía. ¿Realmente era su novio? Aoi no había vuelto a hablar de él ni parecía conversar por celular con alguna persona que indicara una relación. Fuera como fuese, estaba demasiado ocupado en ese momento para pensar en él. Si algún día lo veía, le pediría disculpas. O tal vez no.

Definitivamente no lo haría.

Inosuke no tenía sueños húmedos desde la secundaria. Fue el despertar más decepcionante y vergonzoso que tuvo en años. Se sacudió abruptamente a la vez que gemía, fuerte. Se cubrió la boca y se apresuró a mirar en todas direcciones, buscándola. Ella no estaba en su cama. Inosuke miró la sábana que estaba cubriendo su cuerpo, por suerte era blanca y casi no se notaba la mancha. Se dio vuelta, ahogó un grito de frustración en su almohada y le dio un golpe al colchón. Eso era miserable.

—¿Te despertaste?

"A no ser..." No podía creer que esa simple frase lo había llenado de esperanza y fantasía por la noche al punto de hacerlo soñar con ella.

Inosuke tembló de la sorpresa, como si hubiese sido atrapado justo en el acto, se giró con rapidez, se sentó, solo para verla en el marco de la puerta del baño.

—¿Que qué? ¿Qué pasó, qué necesitas?

—No ha pasado nada. —Aoi lo ignoró al mismo tiempo que giraba su cabeza de lado a lado, murmurando que le dolía el movimiento. —Acabo de levantarme.

—¿A qué horas te vas a ver con tu viejito de hoy?

—En tres horas. —le dijo. —En la terraza del hotel. Comenzaré a recoger nuestras cosas, tú pide servicio a la habitación.

—¿Qué quieres desayunar?

—No sé, escoge tú.

Tal cual como ella lo dijo, Aoi comenzó a recoger algunas de las cosas que tenían regadas por el apartamento. Su corbata, sus calcetines, el maquillaje y demás máquinas del baño, etc. Mientras tanto, Inosuke se incorporó en el nuevo día y pidió el mismo desayuno para los dos luego de lavarse los dientes y la cara. No lo pensó mucho y pidió el desayuno más costoso, considerando que no debía pagarlo. Al cabo de unos minutos, el servicio al cuarto se anunció con su pedido. Inosuke se preparó para desayunar en la pequeña mesa de café que estaba frente al televisor de la habitación. Para su sorpresa, Aoi no tomó distancia y se sentó junto a él a desayunar.

Inosuke se había percatado de que ella estaba actuando un poco rígida. Aunque se había sentado con él, no mediaba palabra y casi no había hablado desde que se levantó. A esa hora ya debían de estar discutiendo. Podía sentir las vibraciones de su cuerpo casi tan cautelosas como ella. Definitivamente había un pensamiento que la tenía absorta.

—¿Qué es lo que te tiene tan nerviosa?

Ella alzó una ceja y lo miró con extrañeza mientras masticaba. ¿Lo había descubierto?  —¿De qué hablas?