➭𝑩𝒍𝒐𝒐𝒎ೃೀ ◌¨̮͚ 『ɪɴᴏᴀᴏɪ』

᥀───🍰ٜᩦ୭ Catorce ꒰───🍰·ٜ۬･

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Capítulo 14

Bloom: Más cerca, más lejos

⚠️ Advertencia ⚠️
• Muchas palabrotas
• Mención de cyberflashing
• Violencia física 
• Autolesiones
• Dolor emocional
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Una vez que Inosuke y Aoi arreglaron sus asuntos y volvieron a su estado natural de amiatad, pudieron continuar con su trabajo.

La mayor parte del viaje camino al lago fue en silencio, porque Aoi se quedó dormida. De vez en cuando le echaba un ojo para comprobar si seguía durmiendo o si había despertado. A veces despertaba por unos segundos para verificar dónde iban y le preguntaba algo, o tomaba un bocadillo antes de volver a cerrar los ojos. El calor abrasador del verano los había hecho encender el aire acondicionado, lo cual provocó que el perfume cítrico de Aoi se concentrara en todo el coche.

Tras casi cuatro horas de viaje por carretera, Aoi abrió por fin los ojos de manera definitiva, pues habían llegado al área de residencias del lago y comenzó a indicarle qué camino seguir para llegar a su destino. En un punto, un muro de piedra se alzaba junto a la carretera, encerrando lo que indicaba ser una gran propiedad. Unos metros más adelante, apareció la entrada a la casa y Aoi habló ante un micrófono que estaba junto a la reja; segundos después se abrió y tuvieron el paso libre.

La mansión veraniega estaba frente a ellos, Inosuke condujo por el lindo sendero decorado con árboles perfectamente cuidados a cada lado. Cuando estuvieron frente a la casa y detuvieron el auto, antes de bajar, Aoi le tocó el bazo.

—Dentro de la casa también hay personal. —le explicó. —Ellos nos ignoarán si nosotros lo hacemos con ellos.

—Creí que tu cliente quería estar a solas contigo.

—Él no puede hacer nada por sí solo, así que necesita a sus empleados. —explicó. —Probablemente hayan unas dos o tres personas. En cuanto a él... en lo posible, trata de evitarlo y no hablar, ¿sí?

No era como si él tuviera algún tema de conversación con ese tipo o estuviera interesado en lo más mínimo. Pero entendía la preocupación de Aoi. —Por supuesto.

—Gracias.

Fue lo último que le dijo antes de bajarse. Resultó que les estaba esperando un hombre en el pórtico de la casa, quien era el asistente del cliente. Les explicó que el hombre llegaría en la noche y que les expresaba unas disculpas por no haber avisado antes. También les dijo que tomarían sus pertenencias para instalarlas en sus habitaciones.

—Todas nuestras cosas van en una sola habitación. —le dijo Aoi. —Nosotros dormiremos en la misma.

El hombre miró a Aoi, luego a Inosuke, y después de regreso a ella. —Señorita, el señor Minagawa pidió que se les acomodara en habitaciones separadas.

Inosuke percibió un signo de irritación en Aoi. —El señor Minagawa conoce las políticas de la agencia y sabe que no duermo sin mi guardaespaldas. Por favor, acomode nuestras cosas en una sola habitación. El señor Minagawa lo entenderá.

El hombre hizo una reverencia. —Por supuesto, señorita. Hay personal en la cocina y en el minibar por si desean algo. Pueden disfrutar de alguna actividad hasta que llegue el señor Minagawa.

Ambos le devolvieron la reverencia, antes de que el hombre les invitara a pasar a la casa. Inosuke nunca había estado en una casa de campo, así que no ocultó su impresión mientras caminaban por los pasillos elegantemente decorados y llenos de lujos.