➭𝑩𝒍𝒐𝒐𝒎ೃೀ ◌¨̮͚ 『ɪɴᴏᴀᴏɪ』

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Capítulo 11

Bloom: Rollos de canela para aliviar la tensión
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Él estaba molesto, o eso era lo que podía ver, y ella estaba ansiosa por buscar su perdón por lo que le había hecho. Inosuke estaba sentado en el sofá de la habitación, con la cabeza hacia atrás y una servilleta en su nariz. Aoi estaba arrodillada a su lado, reacia a tocarlo, pero desesperada de que no le dijera nada.

—Perdóname, perdóname, perdóname, te juro que no quería hacerlo. —ella le tocó un brazo, sólo en ese momento porque realmente estaba desesperada. —¡Tú metiste tu cabeza de la nada!

—¡¿Por qué siempre es culpa mía?!

Aoi se mordió la lengua. —No fue mi intención.

—Deja de agobiarme, mujer, estoy furioso.

Sus manos comenzaron a temblar y su garganta se puso pesada. Tenía que reconocer que estaba equivocada, y le hacía sentir mal que se enojara de verdad con ella. En uno de sus juegos tontos, ella había levantado la mano con mucha rapidez sin percatarse de que el rostro de Inosuke estaba cerca, en cuestión de segundos su nariz estaba sangrando.

Inosuke enderezó su cabeza y la miró. Todavía tenía su expresión de rabia. —Está bien, puedo perdonarte, pero sólo si haces una cosa.

—¿Necesitas que te consiga algo? —le preguntó. —¿Que te traiga algo de comer o de beber? ¿Que te prepare un desayuno?

—Eso... eso suena tentador, pero quizás para otro momento. —Inosuke, en su lugar, señaló su mejilla derecha. —Hazlo y te perdonaré.

Su rostro se puso como un tomate y le dio un empujón en su brazo con ambas manos. —Pero, ¡¿qué te pasa?! ¡¿Acaso tienes 9 años?!

—Tengo 23.

—¡Pues compórtate como un hombre de 23!

Inosuke le dio un golpe en su nariz con sus dedos que le dolió mucho y ella inmediatamente se llevó ambas manos a la cara para cubrirla. –¡Entonces soporta mi mal genio, estúpida!

Aoi chilló de la frustración debajo de sus manos. Estaba tan estresada que podía sentir la sangre corriendo por su cabeza, todo estaba caliente y confuso. Dejó salir el aire acumulado y respiró con más calma. Era sólo un beso en la mejilla, podía hacer eso, había hecho cosas más grandes que eso. Sólo que ahora se trataba de Inosuke. Se sentía como una adolescente que estaba por dar su primer beso y odiaba que fuera así porque se trataba de Inosuke.

—Está bien, está bien. —ella negó. —He hecho cosas peores.

—Eso se suma a la lista de cosas malas que me has dicho sin razón.

–¡Perdón!

No era porque él le diera asco, era porque la ponía nerviosa. Aún así, se armó de valor y colocó sus manos sobre sus hombros para acercarse a él y terminar todo de una vez. Era rápido, sencillo y todo estaría normal. Ella esperaba que sus labios alcanzaran la piel blanca de su mejilla, pero cuando estaba por hacerlo, Inosuke le atrapó el rostro con una sola mano, tomándola por las mejillas. Y le besó los labios en un segundo.

Aoi debió suponer que eso pasaría.

Se apartó de él tan rápido como pudo, se bajó del sofá, y en el proceso se tropezó, cayendo al suelo. —¡¿Por qué hiciste eso?!

Inosuke se comenzó a reír con mucha fuerza y cada carcajada sólo aumentaba su vergüenza. —¡Porque me hiciste sangrar la nariz!

—¡Ya te dije que fue un accidente!