➭𝑩𝒍𝒐𝒐𝒎ೃೀ ◌¨̮͚ 『ɪɴᴏᴀᴏɪ』

᥀───🍰ٜᩦ୭ Doce ꒰───🍰·ٜ۬･

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Capítulo 12

Bloom: La posibilidad de un beso
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Inosuke le abrió la puerta a Mie para despedirla. Se paró en el marco de la entrada, así que podía ver lo que pasaba en el pasillo. Había conocido a Mie hacía un par de días en uno de los restaurantes donde llevaba a Aoi. Aunque no era una chica poco atractiva, frente a él en la mañana y después de su encuentro nocturno no lo parecía tanto. Tal vez porque estaba haciendo el injusto acto de compararla.

—¿Tienes algo por hacer esta noche?

—Eh... —Aoi no le había dicho que tuvieran trabajo, ni él había planeado algo. —Aún no lo sé.

—Estaré escribiéndote. —le dijo mientras guardaba su celular en su bolso. —Salgo a las 7, tal vez puedas recogerme y salir a comer algo.

Se sintió como si el infierno se lo tragara cuando vio que Aoi venía caminando desde la escaleras con bolsas de comida. Y lo único que paso por su mente en ese momento fue en despedir a Mie tan rápido como pudo.

—Te avisaré. Adiós.

Ella se despidió y él debería haberse encerrado en su apartamento antes de que Aoi lo viera despedir a otra chica (lo cual era estúpido porque probablemente lo había escuchado), pero mientras Mie se iba, Aoi se estaba acercando directamente a él, mientras sostenía sus compras y lo miraba con disgusto. Y como Inosuke estaba bajo su hechizo, no pudo moverse ni dejar de verla. Cuando Aoi no se detuvo en la entrada de su propio apartamento, cruzó los dedos para que Mie no se percatara de que iba hacía el de él. Pero para su mala suerte, Mie giró su cabeza mientras avanzaba hacia las escaleras, con un rostro de extrañeza y se percató de que Aoi se detenía frente a Inosuke

Sintió vergüenza, que se multiplicó cuando se percató de que Mie se había detenido.

—¿Se detuvo?

—Ujum.

Aoi hizo una pausa, no se movió ni un milímetro. —¿Sigue ahí?

Inosuke se negó a verla más, pero por la comisura de su ojo sabía que ella se había quedado de pie en el pasillo a unos pasos de las escaleras.

—Sí...

—Bien. —ella entró en el apartamento como si fuera el suyo. Inosuke no perdió el tiempo y la siguió, cerrando la puerta de una vez para dejar de ver a Mie. —¿Noche larga?

Inosuke le empujó su cabeza colocando un dedo en su frente. —Cállate. Si esa chica comienza a hacerme preguntas sobre ti, haré que me lo pagues de alguna manera. Y a todas estas, ¿por qué entraste?

Ella simplemente se encogió de hombros. —Mi vecino no me dejó dormir anoche, así que estoy devolviendo el favor.

Había olvidado ese detalle y se avergonzó más de sí mismo. Debería dejar de hacer pasar a Aoi por eso. —Sí, sí eso... —la vio descargando sus compras en la mesa del café de su sala.  —Debería dejarlo.

—Como sea, vengo a invitarte a unas vacaciones. —Aoi unió sus dos manos y colocó un rostro de ensueño.

—¿De verdad?

—Bueno, no exactamente... vacaciones.

—Lo sabía.

—¡Pero saldremos de la ciudad! ¡Y nos pagarán por hacerlo! —dijo emocionada, sentándose en el sofá. —¡Iremos a un palacio! Tengo un contrato por este fin de semana, lo pasaremos en la casa de campo de mi cliente en las afueras de la ciudad.