Helena
Esto no iba a quedar así.
Claro que no.
Necesitaba saber que le había pasado a Demon para quedar así, y sobre todo...
Quien se lo había hecho.
Por eso al finalizar la clase de filosofía, todos los estudiantes comenzaron a recoger para ir a su siguiente clase, al igual que hizo Demon, pero antes de que diera un paso más hacia la puerta me coloqué frente a él.
-Tenemos que hablar- le dije seria, y vi como rodaba los ojos dentro de la capucha.
-Te he dicho que no pasa nada- me contestó pasando por mi lado hacia la puerta, pero antes de que saliera la cerré, quedando entre él y la puerta cerrada.
Me pareció escuchar una pequeña risa de su parte, entonces puso ambas manos apoyadas en la puerta, cada una a un lado de mi cara, y se inclinó hacia delante, quedando su cara a la misma que la mía, ambas tan cerca que la mía casi se metía en su capucha.
-¿Sabes con quién te estás metiendo vampirita?- me dijo burlón.
-Con el príncipe de la mafia- le conteste, a lo que el formó una sonrisa en sus labios dañados, y aun así una sonrisa perfecta.
-¿El príncipe de la mafia?- me preguntó, a lo que yo asentí con la cabeza, con mi mirada aun fija en su sonrisa- ¿por qué?
-Tu padre es el rey de la mafia, y tu eres su hijo, por lo que tú eres el príncipe- le expliqué, a lo que el rió.
-Mi padre no es el rey, solo somos una familia más que trabaja en la mafia.
-Pero sois la única que conozco.
-No somos la única que conoces- su respuesta me dejo desconcertada, no sabía a qué se refería.
Abrí la boca para preguntar pero no me dio tiempo, ya que Demon se acercó bruscamente a mí, uniendo nuestros labios.
No fue como el primer beso que nos dimos, el cual fue tierno y reconfortante, este fue más brusco, intenso y apasionado, todo lo contrario el uno de lo otro.
Demon colocó sus manos sobre mi cintura para acercarme más a él e intensificar el beso, yo coloqué las mías en su nuca, oculta por la capucha
Pero me separé rápidamente al escuchar su quejido debido al dolor.
-¿Quién te ha hecho esos golpes?- le pregunté, y pude ver como se contenía por no rodar sus ojos.
-¿Se te olvida que hace una semana me metí en una pelea por tu culpa?- me dijo, intentando refrescar mi memoria.
-Para empezar yo no te pedí que te metieras en la pelea, y además, los golpes que te dio Alan eran pequeños, los cuales se te deberían haber curado ya, en cambio estos golpes son más recientes, alguien más te ha tenido que pegar, ¿Quién?- en su labio se formó una media sonrisa la cual transmitía burla.
-¿Por qué tanta curiosidad?
-Solo quiero saber quién te ha dado esos golpes.
Vi como Demon abrió la boca para decir algo cuando unos golpes pegando a la puerta tras nosotros nos hizo volver a la realidad. Era un profesor que pasaba por el pasillo.
-Mierda- fue lo único que pude pronunciar, Demon en cambio parecía muy pacífico- tenemos que hacer algo, no nos pueden ver aquí.
-¿Por qué no?- preguntó el sin más.
-¿Cómo que por qué? Como nos pillen aquí nos va a caer una bronca, incluso podrían castigarnos, y no sé tú pero a mí no me apetece acabar en el despacho de la directora otra vez.
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Inyección de fantasía [CANCELADA]
Roman pour AdolescentsHelena a perdido a su padre. Demon apenas pasa tiempo con los suyos. Helena se ha sumergido en una depresión difícil de sobrellevar. Demon disfruta viendo a la gente sufrir. Helena solo se siente a gusto con su hermano. Demon solo se muestra con su...