Capítulo 9.

65 8 6
                                    

Helena.

Al día siguiente de esa "gran" noticia, no es q mejorara mucho. Para empezar, al despertarme adivinad a quién me encontré en la cocina hablando con mi madre, exacto.

-¡Cariño!- dijo mama al verme, con el tono de voz más feliz que le había oído en mucho tiempo- ¡mira a quien tenemos aquí!

Mama estaba apoyada en la encimera de la cocina co una taza de café en la mano, mientras miraba como la "espectacular" novia de su hijo preparaba lo que parecía tortitas para desayunar.

¿Había dormido esta noche aquí? ¿Es en serio?

Levantó su mirada de la sartén y me miró con una sonrisa igual de angelical como de diabólica, como esa sonrisa gigante del Joker, era exactamente así, solo le faltaba la pintura blanca en la cara y que su pelirrojo cambiara a verde.

Tramaba algo, seguro, pero también tenía seguro que iba a averiguarlo.

-¿Quieres tortitas?- su voz, me sacó de mis oscuros pensamientos.

-No- contesté seca y cortante.

-¿Pero si a ti te encantan tortitas?- se extrañó mi madre.

Y era cierto, claro que me gustan las tortitas, ¿a quién no le gustan las tortitas? Pero no me fiaba de Marta, no me fiaba ni un pelo, ¿y si me había metido veneno en la tortitas?

Y luego la paranoica soy yo...

La puerta de la cocina se abrió y mi hermano apareció con una sonrisa gigante, no recuerdo haberle visto así nunca, normalmente cuando dormía en casa se despertaba depre, con los ojos rojos de haberse tirado toda la noche llorando.

En cambio ahí estaba, con una sonrisa de oreja a oreja, unos pantalones de pijama y son camiseta, y su pelo castaño húmedo supongo que de haber salido de la ducha.

Ni en las películas se levantaba la gente tan contenta, y mucho menos mi hermano.

Liam pasó por mi lado sin hacerme ni puto caso, dio la vuelta a la encimera y se colocó tras Marta, rodeándole la cintura con los brazos para darle un abrazo y enterró la cara en su cuello, a lo que ella rió como una estúpida.

-Liam... estoy cocinando- le dijo Marta.

Ya lo único que faltaba sucedió, el separó su cara del cuello de Marta y le dio un beso, no de esos picos normales de gente que acababa de comenzar su relación y quería ir despacio, l dio un beso tan fuerte que ella incluso tubo que agarrarse con las manos en los hombros de Liam para no echarse para atrás.

-Me voy- dije más para mí que para los demás.

Creo que mama me dijo algo pero no llegué a escucharla ya que yo me alejaba del pasillo.

...

-Sigo sin entender por qué te molesta tanto eso de que ellos salgan juntos- dijo Martine mientras el daba un sorbo a su frappuccino de oreo, en cambio el mío de vainilla seguía intacto, solo le daba vueltas con la pajita.

Tras esa mañana tan... interesante, vamos a dejarlo ahí, dije a Martine de ir al Starbuck de al lado del instituto para despejarme un poco, ya que era sábado y no había clases, no tenía otra cosa que hacer, excepto ahora que lo pienso... estudiar para los exámenes, pero bueno, ya tendría tiempo para hacer eso.

A mi mente vino la idea de contarle todo a Martine, con todo me refería a lo relacionado con la mafia, con Demon, papa... podía confiar en ella plenamente, sabía que no me traicionaría, nunca lo había hecho, claro que esto era una cosa gorda, aun así confiaba en ella. Pero no quería ponerla en peligro, ya de por sí era peligroso que se juntara conmigo, si ya se lo contaba estaría más expuesta a la mafia, por lo que decidí no contárselo.

Inyección de fantasía [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora