31 días [Sam + Bucky]

Día 23 | Un abrazo sorpresivo

Cantidad de palabras: 500
Advertencia: No tengan muchas expectativas del abrazo...

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Ambos estaban sentados frente la casa de Bucky en una fresca noche de Noviembre. Un completo silencio reinando entre ellos. No se miraban el uno al otro, pensaban muchas cosas y no sabían por donde sería correcto empezar a hablar.

—¿Vas a estar bien?— Preguntó Sam sin moverse de su posición. Bucky suspiró, miró sus manos un momento y luego levantó la vista.

—Eso creo...— Y el silencio regresó.

Sam volteó a verlo mientras recordaba todo lo que había sucedido en el colegio. Aunque no sabía porqué, sabía que Rumlow y su grupo de brabucones tenían algo contra Bucky y lo habían atacado. El castaño aún sentía doler su estómago por los golpes recibidos.

—¿Piensas decirme qué sucedió?— Preguntó suavemente, aunque entendería si el otro prefería no contarle.

Bucky bajó su vista, pero esta vez no la levantó. Todo era demasiado reciente como para procesarlo tan rápido. Era consciente de lo que había sucedido, claro, pero no estaba muy seguro de hablarlo. Sam lo notó jugar sus dedos y supo que lo estaba evitando. En realidad, llevaba todo el día evitando el tema.

—Digamos que...— Bucky murmuró, su rostro encontrándose inexpresivo. —Brock descubrió que me gusta alguien...

—¿Y cree que puede molestarte?

El castaño se encogió de hombros haciendo una mueca. —Nunca le he caído bien. Dice que no seré suficiente para nadie y cosas así.

—No le hagas caso. Eres una gran persona y mereces ser feliz. Mereces a alguien que te valore. Y el día que conozcas a esa chica especial-

—Ese es el problema.— Bucky lo interrumpió.

—¿Cuál?

—La chica— Sam lo miró curioso, esperando aquella verdad que había esperado oír desde hace tanto para hacer su primer movimiento. Lo observó más nervioso que de costumbre y sintió un pinchazo de preocupación al oírlo quebrarse poco a poco. —. No me gustan las chicas.— Bucky confesó.

El conocido silencio volvió. Bucky se sintió agobiado y a punto de quebrarse. Tragó duro esperando el comentario malicioso de Sam, que se parara, se fuera y lo dejara solo. Incluso que se burlara. Cualquier cosa. Cada segundo que pasaba era una tortura porque no sucedía nada.

—Bueno- Escuchó la voz del otro y su corazón se encogió. Tenía miedo, pero ya no tenía dignidad para perder, creía él. —, cuando ese príncipe azul llegue, te hará saber lo genial que eres.

Finalmente, Bucky lo volteó a ver. Después de todo lo sucedido, no esperaba esa reacción tan amable. Se miraron unos segundos; Sam intentaba transmitirle todo lo que sentía con aquella sonrisa suya, Bucky lo miraba como si todas sus dudas fueran aclaradas, pero antes de que pudiera decir algo, Sam se puso de pie.

—Es tarde— Se excusó nervioso. —, debería irme.

—Sam.— Bucky lo llamó.

—¿Sí?

Entonces el castaño se acercó y lo abrazó, sorprendiendo completamente al moreno. Bucky jamás le había dado un abrazo. Sin embargo, correspondió al instante. —... Gracias.

Bucky cerró los ojos tranquilizándose. Aunque fuera solo un abrazo, por primera vez se sentía correspondido.

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