¡Último año para los chicos! Y tienen demasiado en lo que enfocarse: universidades, baile de graduación y pasar los exámenes aunque Gulf y Mew comienzan a vivir una extraordinaria experiencia de sucesos caóticos debido al gatito de la realeza con mi...
En la casa de Tor, este joven no está en el sótano con su familia sino sentado en un mueble sosteniendo un bate plateado. Brincando una rodilla repetitivamente, mirando la puerta de la casa frente a él. Vistiendo unos deportivos grises con una camisa negra de mangas cortas. Descalzo. La planta de sus pies posados en la cómoda alfombra bajo e alrededor del mueble. Haciendo guardia por alguna razón que solo Dios sabe. Hasta el momento.
Pero la puerta en el suelo cremoso de la casa (a unos pasos lejos del mueble) se abre con un guapo padre asiático asomando su cabeza. Mentón firme acompañado de cachetes esbeltos con unas cejas cortas gruesas, una barba candado bajita, no exagerada ni abultada ni engreñada, justamente pegada a la piel redondeando con exactitud sus finos labios. Su cabello tirado para atrás elegantemente. Viste una camisa blanca de mangas largas con deportivos y zapatillas de hogar marrones.
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Al ver a su hijo sentado en el mueble suspira. Sale por completo de aquel lugar (subiendo las escaleras de este) y se pone de pie dirigiéndose hacia su hijo con un retumbar de caderas lento. De lado a lado.
—¿Por qué saliste del sótano, hijo? Es peligroso.— El hombre dice. Llegando a parar al lado del mueble. Su hijo lo mira.
—King me llamó hacen unas horas hablándome sobre el hijo de la chica a la que violaron... Trató de matarlos con una bomba en su auto. Así que estoy vigilando que no aproveche este bombardeo para hacernos daño.
Su hijo finaliza su explicación volteando a mirar la puerta de su casa consternado. Su padre suspira con la cálida protección de su hijo. Es tan amorosa que le saca una triste sonrisa de labios a medida que se sienta en el espacio vacío a su lado. Ahora calentando ese frío vacío del mueble.
—¿Y King está bien?
—Por suerte sí.
—No creo que venga nadie, mi niño--
—Papá quiero saber algo.
—Te escucho, hijo. Dime.
—Quiero saber la razón por la que violaste a esa mujer. Qué motivos te impulsaron... No, por qué motivos elegiste hacer eso.
—... Fue algo que estuvo muy mal. Mis deseos ahora mismo son que no tengas que oír eso--
—Pero quiero oírlo. Me preparé mentalmente así que quiero oírlo.
Tor no se ha volteado ni girado por nada del mundo. Sigue mirando la puerta con los ojos cristalizados. Queriendo llorar mas sin embargo, absteniéndose. Aguantando sus lágrimas.
—Yo y el papá de tu prometido eramos los mejores amigos de Amelia. Ambos estábamos enamorados de ella. Era un alma tan vivaz, alegre, siempre en armonía.
FLASHBACK:
Una bonita chica de espaldas recorre el pasillo. Su largo cabello ondulado trotando sobre su espalda en su suave caminar. Vistiendo una chaqueta gris, falda corta del mismo color, botas de tacón marrones y con las manos bien foldadas tras su espalda.
