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Para la mañana del otro día, sábado 14 de septiembre, ya todo estaba devuelta a la normalidad. Las personas del Sur se estaban encargando de los daños en sus hogares. Haciendo los arreglos por y para ellos mismos. El Sur no la tenía fácil ahora mismo.

Por otra parte, Gulf estaba en el dentista. Tenía una cita hoy mismo así que estaba acostado en una camilla abriendo su boca bien en grande bajo la iluminación de una enorme lámpara amarilla. Las cuatro paredes del lugar eran blancas con un suelo grisáceo de locetas. El dentista sentado a su lado revisando sus dientes.

-¿Has comido muchos dulces?

-Eh... Últimamente me gustan mucho. No los comía muy a menudo antes de conocer a mi novio. Pero solo me di cuenta de que eso no era divertido.

-Jum - Su doctor ríe un poco antes de retroceder su silla para mirarlo. Alejando la lámpara de ellos. El chico achicó su boquita para mirarlo con el ceño ligeramente fruncido. -pero tampoco es bueno. Escucha: eres joven, pero tienes dos caries consecutivas.

-¡¿Caries?! Doctor ¿voy a morir?

-Gulf, no seas payaso.

-Voy a morir.- Susurra el joven mirando traumado al techo con un dramatismo 10 de 10. Se ganaría el Oscar de mejor actor en drama.

-No. Vas. A. Morir, Gulf. Simplemente necesitarás ponerte aparatos dentales por unas pequeñas desviaciones de los dientes y quitarte las caries.

-¡¿Aparatos dentales?! Eso es igual a morir.

-¿Quieres seguir comiendo dulces y perder tus dientes?

El gatito marca sus cejas en una "V" resignado. -...No.- Murmura bajito.

-Bien. ¿Quieres que te quitemos las caries y te los pongamos ahora?

-Mis dientes se sienten violados.- Gulf murmura mirando resignado a su dentista quién vuelve a suspirar como si el joven no tuviese remedio alguno.

Alrededor de media hora, el gatito salió al lobby del dentista para recibir a su padre. El adulto se pone de pie de la silla para mirar a su hijo que viene con un rostro desanimado.

-¿Y, cómo fue?- Pregunta Nadech.

Gulf detiene su caminata frente a su padre para sonreírle con sus dientes teniendo aparatos dentales. Su padre se sorprende. Alzando sus cejas. -Oh. Aparatos dentales.

-Voy a matar a mi novio. Hizo que me gustará el chocolate.

-No vas a matar a nadie, mocoso. Ahora vamos a ir a pagar.

Nadech camina hacia la cajera. Su gatito lo sigue. Poniendo sus ojos en blanco mientras camina.

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-Y así fue cómo los obtuve.- Cuenta Gulf sonriendo todo sentadito al borde de su cama ya recién bañado vistiendo una bata de seda roja. Su novio está parado frente a él.

-Pues a mí, gatito de la realeza, me gusta cómo se te ve.- Mew se agacha frente a él para quedar bien de frente. Sosteniendo sus propias rodillas. Con una bonita sonrisa de labios. Ambos mirándose a los ojos. Están tan cerca que Gulf se sonroja como si fuera un virgen... Volviendo a sentir mariposas en su estómago solo que ya a su edad sabía que no eran mariposas... Sino otra cosa.

-Mm... Detente. Deja de hacer esa sonrisa encantadora que tienes.- Gulf le cubre el rostro con ambas manos.

-No la dejaré de hacer si tanto te gusta.- Mew le sujeta suavemente las manos para alejarlas de su rostro. Exponiendo su aún bonita sonrisa.

𝐄𝐋𝐈𝐓𝐄 4 •MewGulf •SaintZee (+más parejas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora