JENNA
Mientras caminábamos en silencio rumbo al origen del bullicio me permití lanzar una mirada analítica al patio tratando de captar alguna otra cara conocida que no fuese la del sexy chico que me acompañaba. Sin embargo, no tuve éxito. Cosa que en el fondo me alegraba, así tendría más tiempo para disfrutar junto a él.
—Hola Liam, ¿Así te llamas, no? —dijo una chica de cabello rubio atravesándose en nuestro camino. Al hacerlo, Liam se detuvo a mi lado para estudiarla. Cuando la vi sentí como mi estómago se retorcía de manera extraña.
—¿Hola? ¿Nos conocemos? —respondió él sin rodeos tomando mi muñeca para que no me fuera.
"¡Demonios!"
—Tú a mí no, pero creo que podría interesarte el conocerme. Soy Brithany. —dijo la rubia de ojos verdes mirando a Liam seductora.
¿Es enserio? ¿Acaso no se había dado cuenta de que yo venía con él? Digo, literalmente Liam y yo íbamos tomados de la mano.
"Claro, si 'tomados de la mano' era él apretando mi muñeca para que no huyera de allí".
—¡Vaya! Eres muy directa, Brithany. —se limitó a contestar carraspeando su garganta un par de veces.
—Y tú muy guapo, Liam. —dijo la chica juguetona tratando de acercarse un poco más a él. Éste retrocedió y se tropezó conmigo, cosa que me hizo perder la poca paciencia que tenía para aguantar su absurdo coqueteo.
Salí de allí dando grandes pasos con la intención escapar de la asquerosa y chillona voz de la tal Brithany. Pero por más que caminaba y me alejaba no lo conseguía. Se me había quedado como un eco fastidioso en la mente. Me detuve en una barra de tragos improvisada buscando algo tan fuerte como para calmar mis nervios. Sin embargo, lo único que encontré fue al tal Josh ¡Gracias universo! Nótese el sarcasmo.
—Por fin te encuentro, muñeca. —dijo él con una sonrisa ladina.
—Ahórratelo. —escupí dispuesta a dejarlo solo, sin embargo, no me lo permite interponiéndose en mi camino.
—Parece que el novato te ha dejado sola, ¿Necesitas compañía? —dijo arrinconándome entre la barra y su pecho.
—A mí nadie me ha dejado sola ¿Acaso tengo que estar con alguien para disfrutar de la fiesta? —respondí arisca. Parecía que a ese chico le encanta hacerme enojar.
—No, por lo que veo no. Pero supongo que tu novio opina todo lo contrario. —dijo y cuando giré un poco mi cabeza vi como la rubia tenía a Liam arrinconado y nervioso a unos cuantos metros de nosotros. Él la miraba y sonreía incómodo, pero a pesar de ello, no mostraba señales de querer irse. Por alguna razón eso me fastidiaba.
—Él no es mi novio y puede hacer con su vida lo que se le pegue en gana. —contesté con amargura sin apartar mi ceño fruncido de Liam.
—Bueno, entonces déjame invitarte un trago. —dijo Josh con voz seductora. Sin embargo, mi atención seguía en el castaño de ojos azules que ahora me miraba con confusión mientras la rubia intentaba llamar su atención hablando de no sé qué.
¿Acaso creyó que me quedaría allí parada esperando a que terminara de coquetear? Su confusión continuó por unos segundos más hasta que se dio cuenta de quién me acompaña. Su mirada se volvió fría y muy penetrante. Su ceño se frunció de tal modo que era imposible no captar su evidente molestia dirigida al chico junto a mí.
Lo miró con odio unos cuantos segundos para luego volver sus ojos a los míos. No estaba para nada contento y para serles sincera, eso me divertía en sobremanera. Me giré hacia el moreno frente a mi y sonreí maliciosa.
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A través de tu mirada.©
Teen FictionEl amor y las citas están prohibidas en la vida de Jenna Varley. A sus 17 años, cerca de graduarse del instituto y con la lista de fracasos amorosos que tiene a su corta edad, decidió que este último año el romance no formará parte de sus planes. Si...