OSCURO [BORRADOR/sin editar]

Especial: Aquí no ha pasado nada.

Especial porque llegamos a los ✨ 40k ✨

Narra Zeena.

Puedo robar almas de cualquier niño sin hacer algún movimiento, pero no podía ser capaz de presentarme con la pequeña y linda Lisa.

Me excusaba que era peligroso, no estaba muy alejado de la verdad.

Me puse de pie, necesitaba caminar, distraerme para que las estúpidas voces callaran en mi maldita cabeza.

Desde el techo de su casa tenía una buena vista de lo que ella hacía.

Corrección.

Lo que ellas hacían.

Esas tres estaban unidas como chicles.

Elena. Lisa. Leila.

Mmm.

Mhm.

Elena sabía que yo estaba acechando sobre tu techo.

¿Me puede culpar? Lo siento, pero yo no confío en que Lisa esté jugando entre la tierra y flores.

¿Saben la cantidad de insectos que le pueden picar a esa niña o que puede agarrar alguna infección a través de las manos?

Lisa, que desobediente eres.

Elena, ¿Qué esperas para llamarla y que regrese a jugar contigo?

Mi pie se estaba por caer de tanto moverlo.

¿Cuánto tiempo llevo acosándolas?

Ah sí. Desde la mañana.

Mientras Leila y Elena tenían su pícnic improvisado en el patio de su casa, Lisa estaba jugando entre las flores.

Había pocas cosas que me parecían hermosas en esta vida.

Poquísimas.

Lisa desde que nació se lleva varios puestos, pero sin duda, ver a Lisa con su gorrito rosa de campo, se llevaba uno de los primeros lugares.

Es... ¿Cómo decir esta palabra sin sonar tan estúpido?... Ehh... Ya saben. Jodidamente... A-DO-RA-BLE.

— ¿Y si vamos por unos pastelitos? — Elena agarró a la copia en brazos y besó su mejilla — ¡Lisa, vamos! — miró hacia la desobediente Lisa. Ella solo miró a su madre y volvió a su labor de remover la tierra.

Mira no más tú.

— Estoy bien, mamá. Aquí me quedo.

— Si te vuelvo a llamar, entras al primer llamado, ¿entendido?

— Sip — respondió vagamente. Pequeña mentirosa.

Elena ingresó a la casa con Leila, dejando a Lisa sola en el jardín.

Ella tenía la suficiente seguridad para dejar a una de sus hijas sola en el patio.

Pff. Por favor. Tienen a una bruja de madre. Tienen a esos inútiles lobos de guardias merodeando por la manzana.

Cortesía de Harris.

Ese idiota piensa que tiene el derecho de cuidar lo que es mío.

Y por supuesto.

Me tenían a mí cuidando de Lisa cada hora que tenía libre.

Escuché las risas de Elena y Leila en la cocina mientras decoraban los pastelitos.

Yo sabía que Elena tenía un vínculo más sólido con Leila, que con Lisa.

No era algo que juzgaba, podía comprenderlo.