OSCURO [BORRADOR/sin editar]

19. ¡Al fin!

Hola a todos mis precios@s lector@s. Solo quería decirles, nuevamente jajaja... 👉🏻👈🏻 que l@s aprecio un montón, en serio muchas gracias por todo el apoyo que he recibido con esta historia. Solo vamos pocos capítulos y el apoyo es bastante.

Gracias a las personas que leen, que votan y que comentan. ¡Joder! Las que comentan me alegran el día por completo, y mas aquellos que comentan cada párrafo... girl ♥️ tienen el cielo ganado.

De verdad los quiero mucho a todos. Gracias por tanto y yo tan poco. No sé qué haría sin ustedes.

😭 los aprecio mucho.

Lo siento, estoy muy sensible. En serio les deseo lo mejor de lo mejor. Muchas bendiciones.

También quería decir que... ashdjdkallaiwkdkdkskskwkskskksksksksksk ¡ME HAN HECHO UN EDIT! 🎉 🎉 🎉 no puedo creerlo, son los mejores lectores de todo el mundo.

Manifiesto éxito para ustedes. Las quiero.

¡Gracias a ! Por esta preciosidad de material. Significa mucho para mi que hayas usado tu tiempo para hacer esto.

Te dedico este capítulo. ♥️ dejaavuu123

— Antes de que me consuman las llamas de tu fuego — Jeal retrocedía porque la mirada asesina de Zeena prometía todo el sadismo y nada de amabilidad — Hay algo que debes saber — estaban sobre un muelle. Jeal iba retrocediendo mientras Zeena avanzaba. No debió hacer eso. No debió interrumpir a la pareja solo para molestarlos.

— Te lo advertí — tenía varios cuchillos de Yerta, si tocaban la piel de un demonio, estaba quemaba como si le echaras alcohol en la herida. La misma reacción de un corte a un humano, aquí no podías simular no tener dolor.

— ¿No quieres saber lo que te tengo que decir?

— Habla.

— Pero no me mates — Zeena lanzó una cuchilla con rapidez sobre la pierna de Jeal — ¡Hijo de puta!

— Habla.

— Como mierda quieres que hables si... si esto duele como la mierda – cayó de rodillas por el intenso dolor. Aguantó el grito y con fuerza trataba de sacar la cuchilla. Imposible, era casi imposible de sacarla cuando se incrustaba en la carne de un demonio.

— Agradece que estoy usando cuchillas. Habla rápido, porque me interrumpiste es uno de los posibles mejores momentos de mi vida.

— Solo te chuparía la polla, no era... — otra cuchilla se clavó en su abdomen – ¡Te odio, Lisa!

Esa mujer hacía a su amigo alguien diferente. Zeena se volvía... débil, insoportable y lo cegaba. Ese no era el Zeena malo que le caía bien. Ahora era una florecita por esa bruja.

— Olvidas que mi paciencia es muy poca.

Zeena se arrodilló frente a Jeal y con la última cuchilla la colocó debajo de su mentón y la levantó.

— Los Sircat no están en la ciudad. Se fueron... mierda — se quejó cuando sintió como su hueso hacía presión por querer romperse.

— ¿Estas seguro? — estrechó los ojos evaluándolo.