OSCURO [BORRADOR/sin editar]

8. Me perteneces

— ¡Aquí! — Leila le gritó a su madre cuando la vio ingresar al local. Elena tenía una mueca en su rostro.

Al momento de acercarse donde su familia se encontró con Lisa que venía caminando a la misma dirección que ella, distraída y con su rostro rojo.

No había que ser adivinas para saber qué había pasado. Pero decidió hacer por el momento oídos sordos y ojos ciegos.

— Hija — Lisa se sobresaltó al escuchar su nombre. Se relajó al ver a su madre — Pensé que te habías olvidado de la ciudad y te habías perdido.

— No — Lisa río suavemente — Tengo buena memoria. No olvidaría nunca nada de la ciudad.

— ¿Dónde está tu amiga? — preguntó algo tensa al llegar a la mesa.

— No es una amiga la que estaba con mi hija. Era un chico — dijo entre dientes su padre. Lisa y Leila rieron. Su padre celoso con ellas de nuevo. Cuando se entere de Damien.

Pero las miradas que se daban Elena y Jackson no eran de disgusto porque Lisa estuviera con un chico, más bien con quien era.

Y a decir verdad, el más aterrado era Jackson.

— ¿Ah si? — Elena se sentó a lado de su esposo y agarró su mano, dándole algo de calma — ¿Cómo es ese chico? ¿Te gusta? — sonrió como la madre atenta y amorosa que es  con sus hijas. Debía ser así, no podía estar dolida por algo que tenía que pasar. A pesar de que sus sueños le advirtieran.

— Ehhh — Lisa miró a Leila pidiendo ayuda — Prefiero no hablar de eso.

— Oigan — Leila decidió meterse y cortar la tensión que se estaba creando en el ambiente — Mañana es el cumpleaños de tía Leia, deberíamos comprarle algo, ¿no creen?

— Casi lo olvidaba — Elena se levantó de inmediato. Su hija fue muy astuta al desviar el tema a otra parte, porque por ahora no tenía ánimos de saber que Zeena estuvo con su hija.

Se encontraba aterrada, sus sueños casi nunca mentían. Miró a Lisa que los veía atenta a ellos.

— Veamos en la tiendas de regalos, hay muchas cosas que se que a Leia le gustará. Conozco a esa mujer y sus gustos.

Los cuatros salieron de la cafetería y se encaminaron a la tienda de regalos.

— ¿Sientes eso? — Lisa le preguntó a su hermana. Ellas se encontraban algo alejadas de sus padres caminando, como siempre lo hacían para hablar de sus cosas.

Había sentido un fuerte escalofrío por todo su cuerpo, tenía los pelos de punta. Se sintió algo temerosa.

— Si — Leila se restregó las manos sobre los guantes. Su piel hincaba en pequeños puntitos, era molestoso en la piel — Vancouver está más frío que nunca — las dos se sonrieron. Leila agarró el brazo de su hermana y lo enredó con el suyo, uniéndose para darse más calor — Mucho mejor — Lisa le dio un sonoro beso en la mejilla a Leila. Ignorando aquellas sensaciones.

* * * *

— ¡Flores amarillas aquí en este árbol y las azules en ese de allá¡ — su tío Lucas les daba órdenes a su madre y hermana para decoración de la fiesta sorpresa de su tía.

Todos en las manadas ayudaban en la decoración, sobre todo cargando las cosas más pensadas.

Estaba obsesionado con que todo sea Perfecto y del gusto de Leia. Después de todo no todo los días cumples 40 y seguías joven como su tía.

Dejó de observar a sus familiares y se centró en su labor con las luces.

— Entonces ¿que tipo de bruja eres tú? — Luca se sentó frente a ella masticando un cupcake de chocolate ruidosamente.