Tal y como habíamos acordado hacer todos los días, a la misma hora y contando con la diferencia horaria, encendimos el skype. Ya había pasado más de una semana desde la marcha de Tom y no nos saltábamos ni un día de hablar.
La risueña cara de Tom se mostraba en mi pantalla, vestía un suéter azul oscuro, su pelo estaba despeinado, unas prominentes ojeras y las mejillas un poco sonrojadas. En resumidas cuentas, estaba tan guapo como siempre, solo que lucía más cansado.
Mis pintas también eran dignas de ver. Ya estaba con el pijama puesto, el pelo recogido en un desecho moño y probablemente con unas ojeras bien marcadas.
- ¿Estas cansada?
- Bastante, ¿y tú?
- Muchísimo.
- Tendremos que ser breves. – digo articulando una sonrisa. - ¿Cómo ha ido el día?
- Agotador, he estado en una firma de autógrafos prácticamente todo el día.
- Normal que tengas esa cara… - dije.
- Gracias, lo mismo va por ti. – me devolvió la broma. - ¿Cómo va el tema de la tienda?
- Hoy mismo acabo de cerrar el papeleo con el comprador. Ya no tengo tienda.
- Genial.
- Ahora habrá una colorida tienda de chuches.
- Prefería la tuya… - dice arqueando las cejas como en desaprobación provocando que me riera.
- ¿Y a que no sabes quién me ha llamado?
- No. ¿Quién? – pregunta interesado.
- ¡Del museo! – grito emocionada. – Por lo visto tienen una bacante.
- ¡Es estupendo eso! – grita tan emocionado como yo.
- No me van a devolver mi oficina ni mucho menos, pero sí, es genial.
- Me alegro mucho Scarlet. Esto sí que son buenas noticias. ¿Cuándo empiezas?
- La semana que viene ya. Y me encargare prácticamente de lo mismo que solía hacer. Solo que no tendré mi estupendo y maravillosos despacho.
- Parece que te molesta bastante eso… - dice bromeando.
- Era estupendo tener un despacho al que poder ir para estar tranquila cuando has tenido un día duro y aún te queda mucho por pasar.
- Tendrás que hacer las cosas bien para que te lo devuelvan.
- No me lo van a devolver… ya tiene dueño. Es una mierda. – digo agitándola mano con rabia en el aire.
- Señorita Dale, debería controlar su carácter.
- Tal vez el día que me den un despacho. – digo encogiéndome de hombros.
- Bien. Bueno te voy a dejar ya, tengo que dormir algo o no podre trabajar mañana.
- Claro, yo hare igual. Buenas noches Tom. – digo despidiéndome con la mano.
- Buenas noches Scarlet. – contesta guiñándome un ojo.
A la mañana siguiente me presente en la puerta de mi tía. Ella y Nina ya estaban listas, y Nina sostenía un ramo de rosas blancas y azules mezcladas. Tenía una visita que hacer, una visita que no le había mencionado a Tom en ningún momento.
- Buenos días, ya podemos ir saliendo. – digo mi tía agarrando las llaves de su coche.
El viaje fue silencioso exceptuando los gallos prominentes de los cantares de Nina y las carcajadas de mi tía y las mías.
- Hemos llegado chicas. – dice mi tía deteniendo el coche.
- Se me ha hecho corto el viaje… - susurro algo encogida en el asiento.
- Hacia mucho tiempo que no venia aquí. – dice Nina bajándose del coche y yo hago lo mismo.
Andamos sobre la verde hierba hasta detenernos frente a una gris lapida.
Ian Dale y Anna Dale.
Están enterrados juntos.
Recojo las rosas secas y Nina coloca las nuevas. Las blancas son por mi madre y las azules por mi padre. En casa siempre había un jarrón con esas rosas.
- ¿Pr que has decidido ahora que te podíamos acompañar? – pregunta Nina con la mirada clavada en las rosas.
- Nunca he superado el perder a mis padres de golpe. Siempre me he sentido sola en el mundo, que no encajaba y como si no tuviera que seguir aquí. Vosotras dos, y también el tío, sois mi familia, os habéis convertido en mis padres y en mi hermana. No estoy sola en el mundo, os tengo a vosotros y soy muy feliz por teneros a mi lado.
La mano de Nina se entrelaza con la mía, y la de mi tía con la otra mano. De este modo, mirando las tumbas de mis padres y derramando lagrimas, acepto el hecho de la ida de mis padres tras tantos años. Acepto que no estoy sola, que no sobro en el mundo y que tengo mi lugar junto a estas personas que me acogieron y me devolvieron a la vida.
Me acepto a mí misma y a mi vida, la cual, es maravillosa gracias al esfuerzo de todos.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Sé que he vuelto a tardar bastante en subir un capitulo nuevo, pero esta semana he tenido a una alemana pululando por mi casa. :I Me he apuntado a un intercambio y bueno, tampoco ha salido muy bien, la cica era muy simpática, no diré que no, pero lo malo es que se puso mala e incluso se tuvo que volver antes a su casa por ello. En resumidas cuantas ha sido todo un follón y mucho agobio estos días, por eso el retraso con el capítulo.
También aprovecho para comentaros que el siguiente capítulo probablemente será el último de esta historia. Ya no tendréis que esperar semanas para otro capítulo nuevo. xD
Un abrazo a todas y nos vemos en la siguiente. ^-^
ESTÁS LEYENDO
Luna de óxido
FanfictionScarlet Dale es una joven de 26 años que dirige una tienda de antigüedades en Nueva York, ya que su pasión son las cosas antiguas y la historia. Es espontanea y algo torpe con las palabras, y aún debido a su truculento pasado es fuerte, luchadora y...