El lunes abrí la tienda sin ganas, me encontraba cansada y deprimida. Tendría que haber asimilado que Tom no iba a volver después de cuatro días pero la parte positiva de mí decía que eso era imposible que tenía que volver, que no se podía ir así sin más después de aquella espectacular y emocionante cena, y mucho menos después de sus palabras.
Lo bueno del día es que por la mañana entraron unos diez clientes y todos compraron algo, no puedo negar que el día empezaba bien y la caja registradora todavía mejor.
La campana se agito con fuerza, me gire para ver quién era y lo único que llegue a ver fue una melena dorada de rizos que se abalanzaba sobre mí.
- ¡Scar! ¡Traigo buenas noticias! Y una mala… – gritó la tan reconocible voz chillona de mi prima.
- ¿Qué pasa Nina? – pregunté abrazándola también.
- Primero de todo, mama dice que te pases a cenar por casa hoy. - dijo separándose de mí. - Por otro lado, ayer no me llamaste y cuando te llame no respondías.
- Lo siento, me encontraba mal y estaba durmiendo. – dije excusándome. – Pero dime qué pasa.
Sus ojos azules destellaron, debido a lo que estaba a punto de contarme.
- ¡¡Tom Hiddleston está en la ciudad rodando una nueva película!! – dijo en un chillido agudo.
En otras circunstancias me hubiera emocionado también, pero ya lo sabía de sobras que estaba aquí, incluso sabía más que los periódicos.
- ¿No te emociona? – preguntó incrédula.
- No, es que no quepo en mí del asombro. – mentí moviendo la cabeza y los brazos para darle énfasis.
- La mala noticia es que hace justo cuatro días se le vio saliendo de un restaurante pijo con una chica, a la cual se tomo muchas molestias por ocultar. Los medios dicen que probablemente sea su nueva pareja.
- No lo creo… - dije en una mueca y mordiéndome el labio. - Esa chica no es su pareja, y dudo que lo sea alguna vez.
- ¿Por qué lo dices? – me fulmino con la mirada.
- Porque esa chica soy yo.
Tardo diez segundos en reaccionar, después dijo un enorme como mientras me zarandeaba con fuerza. Acabe contándoselo todo a la hora de comer en el restaurante de enfrente de la plaza al que siempre iba. Las dos nos pedimos unos macarrones con queso, mucho queso.
- ¡No me lo puedo creer! –gritó sin preocuparse por los demás que estaban en el restaurante. - ¿Por qué no me contaste nada? ¡Hablamos después de que lo vieras y no me contaste nada! ¡Y además te ha invitado a una cena! ¡Seguro que le gustas!
- Nina, tranquilízate… - dije sin resultado.
- ¡Mi cuñado va a ser Tom Hiddleston! ¿Crees que me presentara a Chris Evans?
- ¡Nina! – le grité para que callara. – No va a volver, he tenido la inmensa suerte de conocerlo y ya está, aunque realmente sería algo tan fabuloso salir con él. Pero probablemente acabara con una mujer famosa.
- Vale que no conozco a Tom a pesar de lo mucho que acoso su vida por las redes. Pero se ve bueno y listo y si tuviera que escoger entre una cabeza hueca, operada y famosa o tú que eres guapa natural, encantadora y sumamente inteligente. Que quieres que te diga, es bastante sencilla la opción. – dijo encogiéndose de hombros
Me reí ante sus palabras, era tan exagerada como yo, a veces dudaba que no fuéramos hermanas. Lo único que nos diferenciaba era la apariencia, ella una pequeña muñeca de porcelana de piel pálida, labios carnosos y rojizos, pequeña nariz respingona y ojos azules grandes y llenos de energía. Yo mucho más alta que ella, piel más bronceada, cabello castaño oscuro con un flequillo recto para tapar las señales de mi frente, ojos marrones y labios finos y rosados. Por lo demás incluso en los gestos hacíamos lo mismo.
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Luna de óxido
FanfictionScarlet Dale es una joven de 26 años que dirige una tienda de antigüedades en Nueva York, ya que su pasión son las cosas antiguas y la historia. Es espontanea y algo torpe con las palabras, y aún debido a su truculento pasado es fuerte, luchadora y...