Cuando la limusina llego a su destino puede ver a través de las ventanas como todos se giraban para mirarnos, intentando descubrir quién podría ir ahí dentro. Estaba nerviosa, muy nerviosa y mis nervios eran palpables en mis gestos de impaciencia, en mis manos sudorosas y mis ojos que no paraban de mirar a todos lados.
- ¿Y ahora bajamos y saludamos como la realeza?
- Creo que con que bajemos es suficiente. – dijo Tom en una sonrisa.
Tom abrió la puerta por su lado y salió fuera, aguantando la puerta me tendió la mano para ayudarme a salir. Me sentía como si estuviera en un cuento equivocado, como si todo lo que estaba pasando no fuera para mí. Aun así agarré la mano de Tom con fuerza y salí fuera, si este no era mi cuento lo aprovecharía mientras pudiera.
La gente nos miraba, algunos no sabían quiénes éramos, pero había otros que si sabían que era Tom Hiddleston y lo miraban alucinando, alguna de estas personas me miraban intentando saber quién era.
Entramos dentro del recinto en el que daba lugar la exposición.
- Oye cariño, ¿ese no se parece a alguien de los superhéroes que ve nuestro hijo? – le dijo una mujer en susurros a un hombre que supuse seria su marido.
- Si creo que sí, es el hermano del que lleva un martillo. – le contestó él mirándonos descaradamente.
- Te han reconocido. – le susurré a Tom.
- Lo he notado. – dijo en una sonrisa. - ¿Dónde está tu prima?
- No tengo ni idea. Debería estar por aquí…
- ¡MADRE MIA! – gritó una voz por detrás.
- Nos ha encontrado… - dije reconociendo de inmediato la voz aguda de mi prima.
- ¡No me lo puedo creer! ¡Es de verdad! – grito colocándose delante nuestro. - ¡Por dios y eres más guapo en persona! ¡Es una pasada!
- Tom, esta es mi prima Nina. No está muy cuerda…
- ¿Eres real? ¡Esto es una pasada! ¡Tom Hiddleston, eres Tom Hiddleston!
Nina levanto una mano y con el dedo índice toco la mejilla de Tom repetidas veces, hasta que Tom levanto su mano y atrapo la de Nina, que al notar el contacto con él se quedo inmóvil.
- ¿En esta familia tenéis algo con las mejillas o me lo parece a mí?
- Emmh… - dije recordando mi reacción cuando lo vi. – Tal vez…
- Es un placer Nina Bradley, Scarlet me ha hablado mucho de ti.
- A mí en cambio me ha costado mucho sacarle alguna palabra sobre ti. – me miro Nina acusándome.
- ¿Y donde están tus pinturas?
- Oh sí, claro. Venid os las enseñare, mama esta esperándonos allí.
Nina empezó a caminar a paso acelerado sin soltar la mano de Tom que agarraba con fuerza tirando de él. Yo los seguía desde atrás con una sonrisa dibujada en mi rostro.
- ¡Mama! – grito Nina.
Mi tía observaba un cuadro, pero desde nuestra posición no lo veíamos, se giro con una sonrisa amarga en sus labios, el pelo rubio lo tenía corto y con flequillo de lado, sus ojos igual de grandes y azules que Nina comenzaron a centellear al vernos a las dos y su sonrisa se convirtió en absoluta felicidad. Para Estados Unidos mi tía es una persona con demasiados kilos, para mi es una mujer con curvas, elegante, cariñosa y fuerte.
Nina soltó la mano de Tom y se lanzo a su madre, yo hice lo mismo.
Creo que mi tía es la única persona que podría eclipsar la presencia de Tom o de cualquier otro famoso, pues es verla y solo quieres abrazarla sin importar quien este por medio.
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Luna de óxido
FanfictionScarlet Dale es una joven de 26 años que dirige una tienda de antigüedades en Nueva York, ya que su pasión son las cosas antiguas y la historia. Es espontanea y algo torpe con las palabras, y aún debido a su truculento pasado es fuerte, luchadora y...