ℜ𝔢𝔪𝔢𝔪𝔟𝔢𝔯 𝔪𝔢, 𝔭𝔩𝔢𝔞𝔰𝔢... [𝐘𝐌]

✾Capítulo II✾

Yoongi ya había llegado a casa de su prometido, y apenas tocó el timbre salió una mujer varios años mayor que él, pero que aún poseía rasgos delicados y hermosos como si de una muchacha joven se tratase, era su suegra, madre de Jimin, apenas lo vio afuera lo invitó a pasar a su casa, llegó a la sala y se encontró con un hombre fornido sentado en el sofá leyendo el periódico, usaba lentes y un traje, al igual que la señora, a pesar de tener sus años aún se mantenía joven. El hombre al verlo entrar, lo saludó y le comentó que su hijo estaba por terminar de arreglarse para poder salir juntos, los padres de Jimin sabían perfectamente la relación que tenía su hijo con Yoongi, y eran de las pocas personas que podían aceptar ese tipo de relaciones en esa época, por no mencionar que al inició ponían oposición a su romance, pero querían más que nada ver a su hijo feliz, de a poco lo fueron asimilando, el señor era de lo más amable y a la vez muy recto, a veces Yoongi deseaba que su padre pudiera parecerse un poquito a él, sobre todo por que acepte su relación con su bello novio.

- ¡Yoonie ¿Estás aquí?!

Se oyó desde el piso de arriba lo que para Yoongi era la voz más melodiosa que había escuchado nunca, de verdad ese chico lo tenía muy enamorado.

- ¡Si mochi, estoy aquí!

Al instante bajó por las escaleras alguien de cabellera negra azabache muy feliz de ver a su pareja, se había esmerado en arreglarse para salir con Yoongi, este lo miraba embobado, se repetía cada vez que veía a su novio que es lo más hermoso que sus ojos jamás verán, tan solo con la presencia de Jimin, a Yoongi se le olvidaban sus problemas y se metía en una burbuja en la cual solo Jimin puede entrar, totalmente deja de poner atención a su alrededor cuando está con él.

- Bien Yoongi, te encargo que cuides a Jimin y vuelvan a casa antes de que se ponga el sol. - Dijo su suegro.

- Claro que sí señor. - Yoongi se dirigía a la puerta sosteniendo el brazo de Jimin.

- ¿En qué habíamos quedado Yoongi? Nada de señor, solo llámame Dong-yul -ya le había adquirido cariño a aquel muchacho, le encantaba la forma en la que trataba a su único hijo, estaba seguro de que era la persona que quería para su hijo el resto de su vida.

- Está bien Dong-yul, traeré a Jimin temprano. Hasta luego.

- Hasta luego, tengan cuidado.

Después de la despedida de los padres de Jimin, Yoongi llevó a Jimin a la cafetería en la cual ya se les hizo costumbre ir, pidieron lo de siempre y mientras traían sus pedidos, ellos seguían en su burbuja de amor donde nadie más que ellos puede entrar o salir, sobre la mesa sostenían sus manos las cuales traían sus anillos de compromiso y las acariciaba con mucho amor, si le preguntarán a Jimin cual fué el mejor día de su vida hasta ahora, instantáneamente responderá que el día en el cual Yoongi le propuso matrimonio, siempre recordará con cariño ese día.

...

[Yoongi había llevado a Jimin al lugar donde tuvieron su primera cita, un lugar tan especial para ellos, en el lugar resaltaban los árboles enormes y un sendero que conducía a un balcón de piedra que dejaba una vista espectacular del mar, Yoongi lo había decorado con flores y demás adornos para que la ocasión sea especial e inolvidable, Jimin estaba disfrutando del momento admirando el mar mientras Yoongi lo veía con unos ojos llenos de amor y diciéndose a sí mismo que la decisión que iba a tomar a continuación jamás iba a ser un error.
Llamó la atención de Jimin y con temor y nervios tomó sus suaves y pequeñas manos y lo miró directo a los ojos.

-Jimin, al momento de conocerte jamás había imaginado que un hombre podría hacer que mi mundo se haga más alegre y colorido, te recuerdo con tus ojitos en forma de media luna sonriéndome mientras me decías cual era tu nombre, tiempo después ya no podía imaginar mi vida sin ti, me haz cautivado con tus risas, tus abrazos, tus besos y todo tú en general, cada vez que te veo siento una calidez en mi pecho y siento que contigo todo estará bien, me desconecto del mundo y me olvido de todo solo con tener tus ojitos hermosos viéndome, amo que tus sonrisas sean provocadas por mí, amo ver como tu cabello se mueve con la brisa y despeja tu hermoso rostro, amo lo tiernas que se ven nuestras manos entrelazadas, amo tu cara de alegría cada vez que te preparo alguna sorpresa, amo los momentos que pasamos juntos y los momentos que solo somos nosotros dos en nuestro mundo, Jimin, todo tú me vuelve loco, ya llevamos tantos años de relación y solo me queda preguntarte algo para que mi felicidad sea completa.

Yoongi soltó las manos de Jimin para buscar algo en su bolsillo y cuando lo encontró se arrodilló frente a Jimin con los nervios de punta, su voz y sus manos temblando, Jimin estaba dejando escapar sollozos y lágrimas de alegría, estaba más que feliz con lo que Yoongi había preparado.

-Jimin, mi querido mochi, tu... ¿Quieres casarte conmigo?

- Si, si mil veces sí, claro que quiero casarme contigo.

Ambos no podían con toda la felicidad que sentían es ese momento, se amaban más que cualquier cosa en el mundo, y creían que todo desde ese instante iba a mejorar para ambos]

...

Llegó su pedido y empezaron a comer, Jimin estaba por tomar su primer sorbo de su café con leche cuando notó la cara preocupante de su novio, no era común verlo así, o por lo menos Jimin casi nunca lo ve así, ya que con Jimin, Yoongi nunca esta triste ni frustrado.

- Yoonie, ¿Te sientes bien?

- ¿Eh? ¿Por qué lo dices mochi?

- Yoonie, te veo muy distraído y esa carita triste me dice que no estas bien.

- Mochi, las cosas con mi papá van de mal en peor, no acepta nuestro matrimonio, quiere presentarme chicas y quiere que despose a una de ellas, ya no sé cómo hacerle entender que yo quiero esta vida contigo. Tengo miedo de que te haga algo, porque lo conozco y es capaz de hacer lo que sea con tal de que te vayas de mi lado, pequeño, prométeme que haga lo que haga o diga lo que te diga mi padre, jamás te irás de mi lado.

- Lo prometo Yoonie, te amo demasiado, ni tu padre ni nadie va a hacer que cambie mis sentimientos por ti, ni me alejarán de tu lado.

- Jimin, tengo miedo, como te digo, mi padre es capaz de todo, voy a estar pendiente de ti en todo momento, por lo menos hasta que nos alejemos de aquí y estemos en un lugar en el que mi padre no pueda encontrarnos.

- Estaremos bien cariño, ya verás que todo entre nosotros resultará muy bien, y veras que pronto incluso un pequeño ser diminuto estará aprendiendo a caminar por nuestra casa.

- ¿Hablas de adoptar? Sería la persona más feliz del mundo, pero ya sabes, por ser lo que somos no nos lo permitirían.

- Amor, con dinero todo se puede, así pudimos arreglar nuestra boda ¿o no?

-Si, pero sabes que necesitamos la firma de mi padre para poder completar todo, y ya sabes cómo están los problemas.

- Tranquilo, si es necesario yo lo amarro a la silla y tú lo amenazas hasta que agarre el bolígrafo y firme.

- Ha, que cosas dices amor.

-Solo trato de sacar la tensión en todo esto.

-...

- ¿Qué miras?

- Lo hermoso que te vez cuando ríes

- Ya, Yoonie, ¿qué cosas dices?

- ¿Ya dije lo mucho que amo cuando te sonrojas?

- Yoonie, por Dios, ya.

Su tarde se basó en risas y siendo ellos mismos, nada les encantaba más que ser solo ellos en el mundo, por poco y se olvidan que estaban riendo y dejan el platillo sin dar un bocado, al terminar, salieron a una zona donde no hay casi nadie y se tomaron de la mano, otra vez solos en su mundo, sin nadie que los moleste, nadie que los interrumpa, ninguno se percataba de la persona que los iba siguiendo, lleno de tristeza en el interior, pero no podía hacer nada más que eso, observar y callar, se retiró al ya no soportar el dolor en su corazón.