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XI


Desperté buscando aire, de golpe me senté en la cama y miré a mi alrededor buscando que no estuviera nadie. Porque tenía un mal presentimiento y esa presión en el pecho me avisaba de que algo no había resultado bien, ¿Qué es lo que me pasó? ¿Por qué motivo me duelen tanto los muslos y la cabeza?

De pronto, miles de ideas pasaron por mi cabeza y todos los recuerdos regresaron a mí de golpe, reaccioné mal, comencé a gritar cuando recordé la sangre y la daga en mis manos, a Jinsu encima de mi cuerpo y la traición de Chris... Chris... tal vez fue eso lo que más duro me golpeó.

Había alguien parado en la puerta, yo cerré los ojos con fuerza porque me dolió la cabeza, me miré... no tenía el mismo vestido blanco si no uno más sencillo y cómodo que me han de haber puesto las chicas, me pasé las manos por el cabello negro y después de eso levanté la cabeza para observarlo. A Hyunjin, ¿que había quedado aquí?

Estaba parado frente a la puerta, apoyándose en esta y mirándome fijamente como él solía hacerlo, lo peor es que tiene su efecto porque empecé a temblar.

—¿Qué sucedió...?— pregunté sosteniendo mi cabeza.

—Había un traidor entre nosotros, aunque eso ya lo sabías— dijo seriamente, traía su traje negro y aún su espada colgaba de su cintura, tenía los brazos cruzados encima de su pecho— Más de uno — miró hacia afuera a través de las ventanas y yo hice lo mismo... era de noche, y yo recuerdo que todo pasó de día— Abrieron los muros y alguien los condujo por los pasajes que hay escondidos debajo del castillo.

Ignoré el hecho de que me estaba revelando que hay pasajes subterráneos debajo de nosotros...

—No te preocupes, un castillo es difícil de tomar, más si es éste, y yo soy difícil de matar, para conseguir lo que quieren primero tengo que estar muerto, ¿no?— asentí— Tu familia ya fue advertida de todo e incluso a las familias traidoras de les están poniendo castigos.

—¿Y Caius?— pregunté preocupada y puse los pies en el suelo, me puse de pie a pesar de que mi cabeza dolía demasiado— Tengo que ir a verlo, no sé que le pasó y...

—A tu hermano lo envié de regreso para que combatiera con tu padre— dijo prohibiéndome el paso... genial, ahora mi hermano se ha ido y para colmo no pude ni despedirme de él, me di cuenta de que Hyunjin estaba sosteniéndome para que no pasara y esto casi que parecía un abrazo, lo miré a los ojos así como él hizo lo mismo, solo que estaba mucho más sombrío que de costumbre— Estaba esperando a que despertaras.

—¿Realmente?— pregunté tratando de apartarme, puse mis manos en su pecho y no se movió, al contrario, aumentó la dureza del agarre— Déjame ir.

—No quiero— dijo de repente, su manzana de Adán se estaba moviendo de arriba a abajo, aparté la mirada hacia otra parte y el sujetó mi mentón— Quiero que me mires a los ojos cuando te hable.

—Y yo quiero que me sueltes— me puse nerviosa.

—¿Por qué?

—Porque necesito espacio— digo con la voz un poco adormilada, y de repente una fuerte punzada me hace doblar las rodillas, Hyunjin evita que caiga al suelo y me hace acostarme en la cama, una vez allí, lo observo recostarse a la ventana— ¿No tienes cosas más importantes que hacer? ¿Ocuparte de tus asuntos como Rey? Déjame.

—Lo hago— su voz de nuevo sonaba neutral y no reflejaba ninguna emoción— Tú eres mi asunto.

—Creí que yo era un maldito problema— utilicé las mismas palabras que él y sonreí sarcástica, solo negué con la cabeza y me acosté en la cama, dándole la espalda— Quiero estar sola... no quiero que entre ningún hombre aquí.

Reino - Hwang Hyunjin ✔️ [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora