Reino - Hwang Hyunjin ✔️ [EDITANDO]

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XVIII Hyunjin y Jane pt2

Cuando dije eso de repente su mano paró y me arrepentí por unos segundos, pero él no se rindió, y solo frunció el ceño.

—Bien, ¿no te la quitarás?— negué, él solo ladeó la cabeza, gesto que estaba acompañado de un, "Así lo quisiste", se inclino hacia abajo para sacar sus botas, y mientras lo hacía me miraba— Jugaremos algo.

No quería decir que sí porque soy perfectamente consiente de que si lo hago terminaré cayendo en sus encantos como una estúpida, pero... ahora que le veía, tan dispuesto, tan seguro de sí mismo no podía evitar estar un poco emocionada, tal vez la situación me provoca estarlo.

—¿Qué?

—Jugaremos a ver cuánto tiempo te aguantas— ya, entonces, ¿para él todo es un juego? Ni siquiera respiré profundo como acostumbro a hacerlo y solo me pasé la mano por el cabello simulando peinarlo.

—Veremos cuanto tiempo te aguantas tu.

El sonrió cuando dije eso.

—Ni siquiera quiero aguantarme.

Y fue sincero, se quitó la parte de arriba de su uniforme-traje negro como siempre, y yo tragué en seco viendo como su piel era iluminada por la luz de las velas haciéndola más brillante, más bronceada, su abdomen estaba bien marcado... pasó a su pantalón, y me di cuenta... ¿Está tratando de provocarme?, porque si es así, yo también puedo hacerlo, sería caer pero al mismo tiempo no.

Así que llevé mis dedos a las mangas de mi ropa blanca sencilla y tiré hacia abajo de una dejando descubierto mi hombro, él se paró de quitar los pantalones cuando repetí el proceso con la otra manga hasta que mis pechos quedaron descubiertos... yo nunca había sido tan exagerada, de hecho, mi cuerpo era extremadamente delgado y con suerte tenía alguna forma, mi cintura era demasiado estrecha y mi piel era pálida de modo que si descuidaba mi sueño siempre tendría ojeras.

Hyunjin estaba serio cuando lo bajé hasta dejarlo en mis tobillos y puse un pie fuera de éste y después el otro, él, parecía deleitarse con mi figura aunque no fuera la más hermosa... me sentí mal por no ser tan llamativa, pero... lo tenía delante y si en verdad yo le gustaba pues tenía que ser todo, y no me iba a sentir mal por ser quien soy.

Él se bajó los pantalones y terminamos desnudos él uno frente al otro frente a esa tina, me puse frente a ella y unos segundos después sentí el contacto caliente de su piel contra la mía, era obvio que no se quedaría parado mirando, ahora estaba pegando su cuerpo al mío y frotándose por que sabe lo que consigue con eso, cerré los ojos, no negaré que me gusta cuando sus manos se colocaron en los costados de mis muslos y subieron por mi cadera, mi cintura, y finalmente apartó el cabello de mi espalda y lo puso encima de mi hombro.

—Podemos por lo menos bañarnos juntos, ¿no crees?.

—¿Crees qué hay suficiente espacio para dos?— solo quería que se fuera, NO, mentira, quería que se quedara y que... mejor no pienso.

—Podemos hacer que haya espacio colocándonos de otra manera— quería soltarle su; Ya por favor, para, pero... simplemente no podía, tragué.

—¿Cómo sería?

Supe que le di la respuesta que quiso porque se metió a ella y después de eso señaló sobre sus piernas y a mi no me quedó más que aguantar la respiración, ¿En serio está haciéndome esto?

—Siéntate.

Ordenó, y yo estaba a punto de obedecerle pero sólo puse un pie dentro en el otro extremo mientras lo miraba a él que comenzaba a sonreír divertido, lo miré desde mi posición, el agua le daba por su torso y tenía mis manos apoyadas en el borde de la tina, yo tomé la esponja y comencé a frotarme los hombros mientras él me miraba, una de sus piernas se extendió y envolvió su pantorrilla con la mía... lo miré, él sólo tenía la mirada clavada en mi cuerpo, él calor se me subió hasta los pelos, literalmente.