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XV



Cuando suelo estar nerviosa actuaba demasiado histérica, cuando estaba histérica bueno... no podía calmarme, y yo sentí que si no me detenía terminaría siendo víctima de la depresión por haberme entregado tan fácilmente, pero mientras duraba me sentía feliz, me sentí querida... me sentí deseada por él.

A la mañana siguiente de que todos esos eventos se terminaran, Hyunjin no me dijo ni una palabra pero cuando me levanté y abrí los ojos... él estaba mirándome fijamente sin ningún tipo de vergüenza, cuando me puse de pie asustada miré el espacio que ahora estaba vacío... en efectivo, había sangre en las sábanas.

Hyunjin pareció notar eso así que solo se puso de pie dándome una vista entera de su cuerpo esbelto, se puso los pantalones. Me dijo que enviaría a alguien de confianza a encargarse de ello y después noté que estaba incómodo... ¿era eso?

No lo sé, tal vez es porque no sabe como actuar conmigo ahora así que solo sonreí acercándome a él no cariñosamente o como si estuviese enamorada, pero solté la sábana y le envolví el cuello con los brazos. Apegando mi pecho al suyo, sintiendo piel contra piel.

Él me besó apasionadamente como si ese gesto no lo satisficiera por completo y después me dejó en la habitación con las mejillas sonrojadas.

Después a los pocos minutos llegó una mujer que me miró con cara rara pero no dijo nada y se fue por la puerta. Ya las chicas estaban conmigo y me estaban vistiendo, este día optaron por un bonito vestido dorado, él corsé me robaba el aire y era de mangas como casi siempre, y la falda gigantesca.

—¿Podemos salir al jardín?— preguntó Min y yo la miré de repente, el jardín estaba justo al lado de donde entrenaban los caballeros.

—¿Al jardín? ¿No es ese un lugar muy ruidoso?, tú eres muy tranquila— más interesada le sonreí— Será que quieres ver algo ahí...— abrí los ojos por mis palabras— ¿O a alguien?

Y ella se tapó las mejillas, tomé sus muñecas aún entre risitas junto a Kenya y Min.

—Me avergüenza...

—¡Oh pero no debería avergonzarte!— susurré poniendo los labios en una firme línea y suprime después— Que te guste alguien no es malo, hay muchas cosas que lo son más todavía, como por ejemplo... las injusticias, matar, ese tipo de cosas.

—¿Usted está enamorada realmente del Rey?— preguntó Ryn y Kenya le dio un codazo.

Buena pregunta... hasta a mí misma me sorprendió.

—Ustedes saben como es él... y pues— suspiré— No lo sé.

—Yo creo que el Rey es el hombre más guapo que veré en toda mi vida— Kenya esta vez le dio un codazo y le reclamó llamándola por su nombre, yo solté una carcajada sin evitarlo, Ryn se llevó una mano a la boca— Lo siento... pero... bueno no sé, esa es mi manera de decir que...

—No, tienes razón, lo es.

Cuando ella fue a hablar nuevamente...

—Ya sí, será mejor que te calles—Kenya dijo.

Me eché a reír un momento con ellas y después bajé para desayunar, como siempre, Hyunjin no se encontraba, solo estaban Seori y Hera como de costumbre, miré a esta última pero para no sospechar tomé mi lugar de siempre... ellas ni siquiera se inmutaron en notar mi presencia hasta que hablé.

—¿Donde está Hyunjin?— Hera no despegó su vista de su desayuno y bebió de una copa algo que parecía jugo, Seori contestó.

—Está ahora mismo ocupado, su alteza— fruncí el ceño pero no probé bocado, miré detrás de mí la puerta que daba a la sala donde estaría con su consejo— ¿Desea algo?

Reino - Hwang Hyunjin ✔️ [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora